Palo de balsa, caña guadúa y bijao,
a orillas del río Bodegas,
mecen con nobleza la ancestral morada.
Brisas de sustento colman su espacio y tiempo,
mientras tierra, agua y hogar
forjan indeleble su memoria.
Siglos tras siglos,
altiva ante la correntía invernal,
serena al canto de sus aves fluviales.
El desdén con dureza recién golpea,
la cruz del progreso mata de igual manera,
levanto mi voz y alzo mi esfero.
Silencio, desidia e indolencia todo lo llena,
petrificada loza amordazada,
que deshace huellas, desvanece atisbos y acalla suspiros.
Una cultura fenece, la gente del río desaparece,
Balsas, a orillas del río Babahoyo,
ya abatidas y moribundas quedan.
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