El grafiti nacía como una expresión
comunicativa, creativa y libre dentro del ámbito urbano con un ADN de ilegalidad
y crítica. Este movimiento en el escenario internacional ha tenido una
evolución extremadamente compleja y diversa en múltiples aspectos durante estas
últimas décadas. En cualquier caso, el
grafitismo, bien por su estilo, tendencia, técnica, contenido y finalidad como
por sus condicionantes globales o localista, aparte de su intrínseco valor
cultural, es, sin duda, un indicador válido para contextualizar a una colectividad
en sus diferentes planos. De modo que un estudio riguroso y minucioso sobre esas
manifestaciones que recorren el cantón de Machala nos acercaría a vislumbrar algunos
rasgos de su carácter político, económico, social, cultural, etc. y a perfilar trazos
sobre el modo de ser, pensar y sentir del machaleño.