jueves, 24 de febrero de 2005

In memoriam de Cheo: Preámbulo a un libro que nunca se publicó

Inicialmente debo dejar constancia de la gran amistad fraternal que me unió y me une a José Fernández Fernández (Cheo). Y digo que me unió, porque durante quince años, a pesar de los más de 5.000 km. que separan Matanzas de Tenerife, tuvimos la dichosa fortuna de colaborar en mil y una batallas de todo tipo en ambas orillas, compartimos nuestras inquietudes como individuos, nuestro espacio familiar, nuestro círculo de amistades y nuestra pasión por el pasado histórico en las relaciones Canarias-Cuba.

En definitiva, construimos, forjamos y consolidamos una inmensa y sincera amistad entre hermanos. Y también digo que me une, pues a pesar de que se cruzara por medio ese maldito 7 de julio de 2004, el día más triste y doloroso de mi vida, que me asestó un cruel golpe en el alma, no ha impedido seguir contando con su presencia y con el constante recuerdo del amigo, un hombre bueno, sencillo, integro, generoso, luchador, portador de grandes valores y especialmente, por encima de todo, su fuerte sentimiento y convicción martiana.

Este relatario de cuentos breves, que ahora sale a la luz, preñado en el 2002 durante su última estancia en Tenerife, contiene una visión propia, comprometida y crítica de un observador nato sobre las complejas realidades sociales contrapuestas de dos mundos en los que participó de una u otra manera. En estos fragmentos Cheo sabe imprimir con firmeza un trazo de profundidad y envuelve estos suspiros en su experiencia vital que sintetiza, entre otros asuntos, su posición ante la realidad y el fundamento de la brevedad de su razón y existencia, a los que adereza, además, con la gratitud constante a la amistad y al profundo amor a su familia que, para él, tenía simplemente nombre de mujer: Mery, Tamara, Jeny, Laura y Amanda.

Espero que el lector en general, como la estela de buenos amigos que supo cultivar en esa amplia franja que va desde La Habana a Santiago y de una a otra orilla de nuestro Atlántico, encuentre a través del tránsito por esta lectura, su esencia, su espíritu creativo y humanístico. Hasta siempre hermano.

Tenerife, 2005

El libro contaba con una serie de ilustraciones de otro gran amigo en común, Rafael Martín Cantos



JM Castellano y Jose Fernandez junto a la escultura de Camilo Cienfuegos