Por: Priscila Ávila Larriva
Guadalupe Larriva. |
Ingresaba en 1974 en la Universidad de Cuenca, a la carrera de Historia y Geografía de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Fue una destacada estudiante universitaria; la vida de la academia la enamoró y decide luego de su titulación en 1978 participar en un concurso como docente titular de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación. Gana con mucho éxito el concurso y simultáneamente con la vida de la Educación Superior, se dedica a la docencia del magisterio, trabajó en los colegios: “Fray Vicente Solano”, “Sagrados Corazones” y Nacional Mixto “Manuel Córdova Galarza” de la parroquia Baños, donde formó un espacio especial con sus compañeros.
Los testimonios de sus estudiantes, muchas de ellas mayores a ella, expresan la seguridad, conocimiento y dulzura que emanaba la docente “Lupita Larriva”. Continuó su formación universitaria con un Doctorado en Historia y Geografía en 1987. Aportó a la academia con varios artículos dentro del área de la Geografía y tenía un dominio especial de la Geografía Política. Su interés por la defensa de los Derechos Humanos, la equidad e igualdad de oportunidades y el bienestar del magisterio le hace merecedora de la condecoración “Maestra Símbolo”, por parte del Ministerio de Educación en 1998.
Las luchas por los ideales de avanzada le abren paso en
el camino de la política; llegando a la Presidencia de la Unión Nacional de
Educadores Núcleo del Azuay en 1997. Luego se postuló como candidata a la Alcaldía
de la Ciudad de Cuenca, quedando en un importante sitial. Fue candidata a
Diputada Provincial del Azuay en 2002 y electa a esta representación
democrática, llegaba a ser Presidenta de la Comisión de Educación del H.
Congreso Nacional. Presentó una serie de reformas y proyectos de ley en pro de
la educación, fue miembro del “Parlamento de Mujeres-Parlatino”, representando
al país en la ciudad de Roma. Fue la primera mujer Presidenta del Partido
Socialista en 2004. Su vínculo con el Partido Socialista Ecuatoriano se debió
al trabajo conjunto con su esposo el Dr. Rodrigo Ávila Encalada quien fue un
gran líder local, miembro del Partido Socialista en los cargos de
representación democrática como Concejal de la ciudad de Cuenca y Consejero de la Provincia del Azuay, quienes
se conocieron desde niños, sus familias gozaban de una gran amistad y al
retorno de Lupita de la ciudad de Tulcán. Retoman contacto y años después se
casan, formando una hermosa familia de tres hijos: Rodrigo, Priscila y Claudia.
Guadalupe lideraba en la ciudad y el país la representación de la mujer dentro
de los principios de Libertad, Igualdad y Fraternidad, declarados en la
Revolución Francesa, en pro de los Derechos Humanos.
Guadalupe Larriva González, debido a sus brillantes
intervenciones, acciones precisas en pro de su pueblo y ese gran espíritu de
solidaridad y lucha, fue requerida como figura política por varios líderes del
país. Para las elecciones del 2006 realizó una alianza con el partido político
“Alianza País”, mediante la inscripción de candidaturas que logran su
inscripción con el apoyo indispensable del Partido Socialista Ecuatoriano. En
ese proceso electoral es electo como Presidente de la República del Ecuador, el
Econ. Rafael Correa Delgado, quien decide deliberadamente por su lucidez, moral
y rectitud ejemplar, designar a Guadalupe Larriva a la Cartera de Defensa del
Estado ecuatoriano, siendo por primera vez en la historia la primera Mujer y Civil
“Ministra de Defensa del Ecuador”. Sin embargo la designación que le
correspondía a Guadalupe, por su sólida formación y experiencia profesional
legítimamente debía ser el Ministerio de Educación… Guadalupe Larriva González fue
posicionada el 15 de enero de 2007 como Ministra de Defensa y a pocos días de
su gestión fallecía en un fatídico accidente aéreo el 24 de enero del mismo
año, con su hija Claudia Ávila Larriva de 17 años y cinco miembros de las
Fuerzas Armadas.
Ese siniestro es el producto de un homicidio inintencional
con responsabilidad directa del Estado, en el que estuvo involucrados
directamente la Cúpula Militar de las Fuerzas Armadas de aquel entonces. La sentencia
emitida por la Sala Especializada de lo Contencioso Administrativo de la Corte Nacional
de Justicia del Ecuador en el mes de septiembre de 2019, reconoce en su fallo
la responsabilidad directa del Estado. Luego de doce años de un extenuante
proceso administrativo, gracias al trabajo desinteresado y prolijo del abogado
de esta causa que, por convicción y principio de fidelidad con su compañera de
ideología, el Dr. Víctor Granda Aguilar logra que por lo menos dentro del
proceso contencioso administrativo se hiciera justicia.
Las vidas de quienes se marcharon anticipadamente “no
tienen precio alguno”, menos aún la de Claudia Ávila, una adolescente llena de
sueños y metas por delante; quien cursaba el Tercer año de Bachillerato, edad
en la que el imaginario se abre al mundo para encontrarse a sí mismo en sus
talentos.
Para la familia estos procesos fueron tan desgastantes
que jamás reemplazarán la vida de dos grandes mujeres ecuatorianas, personajes
cuya misión eran transformar la Patria. Durante este tortuoso trayecto, no
quedaron claros todos los puntos del caso de Guadalupe Larriva… esperanzados en
esperar que la justicia divina sea la encargada directa de la sentencia
precisa, para quienes estuvieron a cargo de aquel ejercicio militar denominado
“Operación Explosión”…
Los años transcurren y sin embargo no ha sido posible que
la memoria de Guadalupe se extinga, como efecto bumerang cada uno de sus
postulados y obras para con el país se han traducido en expresiones de amor y
afecto. Monumentos se han erigido en su honor, se han fundado centros
educativos, grupos de estudios filosóficos y en su memoria la Universidad
Católica de Cuenca en sesión del H. Consejo Universitario del mes de noviembre
de 2019, declaraba su Cátedra Abierta de Educación para el Siglo XXI “Teresa Guadalupe Larriva González” a la
mujer educadora, dedicada a las
transformaciones educativas y de los derechos del magisterio.
Ahora al cumplirse los catorce años de su partida, he
descubierto que el “dolor cumple con una ley universal, se transforma en amor y
serenidad”. En estos instantes en los que el país vive una actividad de
carácter electoral es preciso que hagamos memoria de los hechos que han
empañado nuestra historia, para que no se repitan. Guadalupe Larriva González
nos deja una lección de vida trascendente, que nuestros derroteros serán
siempre la lucha por los Derechos del Otro. La siguiente cita expresa el
ideario y filosofía de vida de Guadalupe Larriva, una lideresa con pasión. “Caminaré junto a los que caminan, no me
detendré a mirar que pasa la procesión” (Gibrán Khalil Gibran).
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