Dr. José M. Castellano Gil
Prometeo - SENESCYT
Este primer número de la serie "Señas
Identitarias de Machala" está dedicado a ofrecer una brevísima exposición
general de la Historia del Reloj Municipal del cantón de Machala que será
profusamente detallada en las próximas entregas en este Suplemento "Nuestra
tierra".
El Reloj de Machala es un elemento cultural
desconocido para las nuevas generaciones. Independientemente de su carácter
histórico-patrimonial poseía también un valor referencial en la vida cotidiana
de la sociedad machaleña. Pues no sólo fue un simple indicador de tiempo que
marcaba las faenas agrícolas y la jornada diaria sino que adquirió, además, un
valor de modernidad para la ciudad en su momento y, sobre todo, se convirtió en
un eje de referencia clave para sus habitantes: en un espacio de encuentro para
los machaleños y en un punto de cita para los enamorados. En definitiva toda
una seña de identidad histórico-patrimonial y social.
Pero hace casi cuarenta años que se paró el tiempo
en el reloj de Machala a causa del desmantelamiento de la antigua casa de la
municipalidad y de su torreón para dar inicio a la construcción del nuevo
edificio municipal, bajo la presidencia del abogado Luis Alberto León. El reloj
fue depositado en la bodega municipal y algunas de sus piezas, como siempre
sucede en estos casos, fueron desapareciendo. Sin embargo, curiosamente un
foráneo, originario de Imbabura, sargento del Ejército ecuatoriano y que
formaba parte de la misión de apoyo al desarrollo económico de la Provincia de
El Oro, Vicente Rivadeneira Villegas, emprendía en la década de los noventa de
la pasada centuria la loable y ardua aventura de recuperar esas piezas repartidas.
Y gracias a la espléndida colaboración ciudadana alcanzó su objetivo y logró
trasladar el Reloj a uno de los mejores talleres de restauración del país, en
Ambato, propiedad de Luis Meza, desgraciadamente fallecido hace unos años.
Los años pasaron volando. Y durante casi dos décadas
este reloj ha permanecido durmiendo el sueño de los justos en Ambato a la
espera de su retorno a la ciudad. En esos años hubo algún que otro intento
social, fundamentalmente alumnos de Turismo de la Universidad Técnica de
Machala, que reivindicaron a pie de calle la vuelta del Reloj a la ciudad. Esta
acción dio lugar a algún que otro compromiso político por parte de la
Gobernación de intervenir en la recuperación de este patrimonio pero sin
resultado alguno. Por otro lado, hay que resaltar el papel desempeñado por la
Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión núcleo de El Oro en rescatar
para la ciudad este símbolo identitario a través de diversas gestiones que al
final resultaron frustradas y en el diseño de un proyecto, a cargo del
arquitecto José Cabrera, para su exposición pública.
Ha sido en estos últimos años cuando la
municipalidad, presidida por Carlos Falquez Batalla, inicia los trámites
administrativos necesarios para la recuperación definitiva de esta pieza
patrimonial. Y en este sentido es justo mencionar el riguroso expediente, por
mandato de la Alcaldía, realizado por el Lcdo. Ricardo Correa Jarre, Director
Administrativo de la Municipalidad y el consiguiente trámite de contratación
pública del servicio de restauración, mantenimiento y bodegaje, recientemente publicado y de breve
adjudicación. Así pues, en estos momentos la vuelta del Reloj a la ciudad de
Machala es cuestión de semanas o de días y desde la Municipalidad ya se está
trabajando en un proyecto para su exhibición pública de forma permanente. Sin
duda, este Reloj marcará un nuevo tiempo para la cultura y la identidad en
Machala.
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