ECUADOR PODRÍA CONTAR CON EL PRIMER COMPLEJO MUSEÍSTICO FLOTANTE DEL
MUNDO EN BABAHOYO
Damián De La Torre
Comunicador social
Mientras recorría Ecuador, el español José Manuel Castellano
Gil se encontró con un paisaje que lo sedujo por completo. Unas casas flotantes
en Babahoyo lo cautivaron y se dijo: “Aquí hay algo interesante por
investigar”. Y eso hizo.
Lo
curioso (¿paradójico?) es que no hay “prácticamente nada de información” acerca
de estas viviendas, pese a que los datos que ha encontrado señalan que antes de
la Conquista española ya se conformaba este tipo de comunidades asentadas en
las redes fluviales.
Los
resultados de su investigación se recogen en la ponencia ‘Las casas flotantes
de Babahoyo: un proyecto histórico, social, cultural, ambiental y
ecoturístico’. A través de un evento, que se celebró el pasado 8 de abril en la
Casa de la Cultura de Quito, compartió sus disertaciones.
Su
propuesta es simple: “Parto de un elemento cultural-patrimonial, como las casas
flotantes de la capital de la provincia de Los Ríos, que se puede reconvertir
en un recurso de desarrollo múltiple y en un referente de proyección
internacional”.
Proyecto
Para
este historiador y geógrafo, estas casas “permiten entender de la historia de
Guayaquil, por ejemplo”. “Los afluentes de Los Ríos eran el punto que unía a la
Costa y la Sierra, el comercio y las prácticas culturales se entienden desde
estas viviendas”, manifiesta Castellano, quien considera que “no solo el
patrimonio y la cultura se benefician, pues gana el turismo, el medioambiente y
se contribuye al bienestar social”.
“El
principal objetivo en esta primera fase es diseñar el primer complejo museístico
flotante del mundo en Babahoyo y contribuir a proyectar Ecuador en el escenario
internacional como destino ecoturístico y cultural y como punto de encuentro
mundial de investigadores vinculados al tema ambiental y específicamente a la
gestión y conservación de los ríos”, resalta.
También,
destaca que “este proyecto apuesta por la inclusión social. Las casas flotantes
están habitadas y un primer paso va dirigido a dignificarlas. Otro aspecto
esencial va encaminado a la incorporación de sus moradores y habitantes en un
proceso de reinserción laboral, consecuencia de una planificación de la oferta
ecoturística en torno a las casas flotantes”.
Un
54% de habitantes vive en las casas flotantes por 30 años, el 90% señala que no
es un atractivo turístico, el 60% no quiere dejar esas viviendas y un 65% está
dispuesto a capacitarse.
Estas
cifras motivan al investigador español, quien cree que se pueden revertir,
hasta convertir el sector en un complejo turístico que sea capaz de retomar una
historia que se ha ido ahogando, como aquella casa flotante denominada ‘La
Balsa Blanca’, primer hotel de Babahoyo (1892) y patrimonio arquitectónico, que
se hundió en 2007. Castellano solo quiere sacar a flote parte de nuestra
memoria.
‘Estas
edificaciones son el resultado de un proceso innovador y evolutivo’
El
historiador y geógrafo José Manuel Castellano comparte sus perspectivas sobre
‘Las casas flotantes de Babahoyo: un proyecto histórico, social, cultural,
ambiental y ecoturístico’.
¿Desde
cuándo se tiene noticia de la existencia de estas casas flotantes?
Hasta
el presente no podemos precisar en qué momento histórico y qué sociedad o
sociedades prehispánicas americanas utilizaban este tipo de edificación fluvial
o vivienda flotante. Pero si sabemos que estas existían con anterioridad a la
fase de conquista hispana, como se reflejan en algunas crónicas. Además este
tipo de construcción ha sido empleada en otros continentes y no como resultado
de una corriente difusionista sino como un proceso de adaptación del hombre al
medio.
¿En
qué zonas de Ecuador se ubican estas casas flotantes?
Actualmente
en el cantón de Babahoyo. Es el único espacio donde se conserva un conjunto
importante de estas edificaciones que en tiempos pasados fue, sin duda, un
recurso generalizado en otros puntos del país. Por tanto, Babahoyo dispone de
un recurso único, exclusivo y excepcional en todo el Ecuador que debe
rentabilizarlo.
¿Cuál es su origen?
Estas
edificaciones son el resultado de un proceso innovador y evolutivo a partir de
la experiencia que supuso para el hombre la conquista de nuevo espacio: el río
y el mar, como un nuevo campo que ofrecía una provisión a las comunidades. Así
de la fase inicial de recolección de moluscos y la pesca en la orilla se
adentran en esos nuevos ámbitos. Y la balsa fue el primer desarrollo
tecnológico de esa nueva explotación económica de los recursos marinos y
fluviales, un medio de comunicación común y la base de los principios
constructivos de este hábitat fluvial.
¿Por qué se establecían sobre el río?
La
cercanía al río era lugar de asentamiento y medio de subsistencia pero hay que
tener muy en cuenta el condicionante espacial y geográfico, pues su origen está
estrechamente ligado a las propias características de unas zonas propensas a
constantes inundaciones. Pero, además, el río era de medio de comunicación más
eficaz en aquellos momentos y facilitó una intensa relación comercial entre la
Sierra y la Costa ecuatoriana. Y la permanencia en el tiempo de estas
construcciones se debe a un elemento cultural e identitario muy arraigado
socialmente.
¿Qué
papel han desempeñado?
No
sólo estaba dedicada a uso de vivienda vinculado a la actividad del río sino
que además jugó un papel muy destacado en el contexto de las intensas
relaciones comerciales entre la provincia de Los Ríos y Guayas. Su papel es tan
importante que no se podría entender la historia de Guayaquil sin Babahoyo y a
la inversa. Además estamos en disposición de afirmar que este tipo de
edificaciones tuvo un amplio desarrollo en diversas zonas del país.
¿Su proyecto en qué consiste básicamente?
El
principal objetivo en esta primera fase es diseñar el primer complejo
museístico flotante del mundo en Babahoyo y contribuir a proyectar Ecuador en
el escenario internacional como destino ecoturístico y cultural y como punto de
encuentro mundial de investigadores vinculados al tema ambiental y
específicamente a la gestión y conservación de los ríos.
¿Y
las siguientes fases?
Este
es un proyecto muy ambicioso pero muy factible. No se trata exclusivamente de
rescatar, de reconstruir históricamente y revalorizar un patrimonio cultural,
de por si relevante y en peligro de extinción sino que tiene una finalidad
pragmática y de implicación directa en el contexto actual de Babahoyo, dirigido
a potenciar un desarrollo local sostenible basado en el Buen Vivir y en el
cambio de la matriz productiva.
¿Cuáles
son los aportes hasta el momento?
Estamos
centrados en la reconstrucción histórica y en su contextualización
socioeconómica. Tenemos algunos avances significativo y quizás la contribución
más destacada hasta ahora es la reconstrucción de la historia gráfica de las
casas flotantes en Ecuador en los últimos cuatro siglos.
¿Y
esta investigación que traducción tiene en otros ámbitos?
Nuestro
planteamiento tiene como punto de partida la necesidad previa de rescatar un
patrimonio hasta ahora no valorado, ni reconocido y en peligro de extinción,
como las casas flotantes de Babahoyo, una herencia del conocimiento ancestral,
pero el objetivo clave es su contribución como recurso social, ambiental y
económico.
¿Qué contribución social se pretende?
Este
proyecto apuesta por la inclusión social. Debemos señalar que esas casas
flotantes están habitadas y un primer paso va dirigido a dignificarlas. Otra
aspecto esencial va encaminado a la incorporación de sus moradores y habitantes
en un proceso de reinserción laboral consecuencia de una planificación de la
oferta ecoturística en torno a las casas flotantes.
¿Y
con respecto al tema ambiental?
Consideramos
que estas edificaciones fluviales son una herramienta de concienciación social
respecto a la gestión y conservación de los ríos, uno de los principales
problemas a nivel global, y un importante instrumento para la educación
ambiental. Además este proyecto pretende sentar las bases para convertir a
Babahoyo en un centro de encuentro de investigadores a nivel mundial sobre la
gestión y conservación de los ríos.
¿En
qué sentido favorece al desarrollo de la zona?
Concebimos
las casas flotantes como un motor para impulsar un desarrollo sustentable
vinculado al ámbito del ecoturismo a partir de un complejo museístico y el
diseño de estrategias en tal sentido. Según nuestra consideración, el
desarrollo sostenible de la provincia de Los Ríos y de Babahoyo pasa
irremediablemente por una valoración cultural del territorio que ponga en valor
la singularidad de sus recursos y su capacidad creativa e innovación
tecnológica.
¿A
qué se refiere cuando usted habla de innovación tecnológica?
En las últimas décadas se ha planteado y se está trabajo en casas flotantes como alternativa a los efectos de inundaciones y del cambio climático. Nuestra intención también va dirigida a motivar la incorporación de arquitectos ecuatorianos en el desarrollo e innovación tecnológica en ese sentido y también en edificaciones de pequeños turísticos y en viviendas sociales, incorporando energías limpias, sistemas de reciclajes, etc. Y el complejo museístico de las Casas Flotantes de Babahoyo será un paradigma en ese sentido.
Buenas tardes; soy estudiante universitario y en mi proyecto de titulación estoy desarrollando o diseñando una solución de vivienda o edificaciones con el que se pueda conservar dicho elemento cultural con el que cuenta Babahoyo, sinembargo mi comentario es mas para dar a conocer que es aun incierto debido a que se esta desarrollando un proyecto en el que se pretende reubicar a las familias que habitan en estas.
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