"El trabajo ejemplar que vienen desarrollando docentes y alumnos agrupados en CES-AL, es digno de imitarse y de felicitación".
Su compromiso vital radica en estudiar
los acuciantes problemas de la sociedad y proponer soluciones en la perspectiva
de alcanzar la justicia social, la preservación del ambiente natural y la plena
vigencia de la democracia, potenciando un trabajo intelectual creativo,
solidario, social y productivamente significativo, respetando la pluralidad
cultural y étnica.
Las
instituciones de educación superior deberán revisar a fondo la parte pedagógica
y curricular, con la finalidad de que ella responda con calidad a las nuevas
exigencias y desafíos del cambio de época que estamos viviendo y que se
caracteriza por la revolución de la información y del conocimiento asociada a
los acuciantes problemas sanitarios, económicos, políticos y sociales.
EL PLAN CURRICULAR
debe contener los dispositivos ordenadores de indagación, enseñanza,
entendimiento, validación, legitimidad, didáctica e investigación. El plan de
estudios debe tener la flexibilidad suficiente para adecuarse a las
transformaciones del entorno, de los actores sociales y de los saberes.
Las clases deberán constituirse en lugares de discusión y controversia y no de
pasividad y receptividad.
La estructura
curricular y la práctica pedagógica se deberán sustentar en una axiología que
revitalice valores universales y singulares que no atenten contra la
convivencia sino que defiendan la vida estimulando la solidaridad, la
reciprocidad, la ayuda mutua, el trabajo comunitario, el desarrollo
sustentable, entre otros.
Las prácticas
pedagógicas deben ser espacios destinados a compartir y no impartir
conocimientos y experiencias entre profesor y alumnos, para lo cual se tiene
que intensificar el diálogo, la discusión, los trabajos académicos reflexivos y
participativos. Esto debe llevar a establecer cambios profundos en la cátedra,
en la relación profesor-alumno, en las evaluaciones y acreditaciones de las
asignaturas donde se deberá privilegiar la actuación del alumno en el proceso
constructivo y colectivo del conocimiento.
La educación
superior tiene el compromiso ineludible de institucionalizar la investigación
como parte de la formación académica inmersa en el proceso curricular. No
se pretende formar investigadores de oficio, sino de utilizar la
investigación como un soporte de la formación científica-profesional
que permita relacionar la teoría con la práctica.
Los docentes
tienen que asumir el rol de ser los responsables de la formación humanista y
profesional de los estudiantes, para lo cual deberán conocer los saberes que
ellos promueven, interesarse en entender y examinar sus maneras de
conmunicarse, ser promotores de su interés por conocer, sensitivos a lo que
sucede en nuestro medio social y ambiental, familiarizados con sistemas
pedagógicos y didácticas que mejoren el desempeño y planificadores de proyectos
educativos innovadores.
El trabajo ejemplar que vienen desarrollando docentes y alumnos agrupados en CES-AL, es digno de imitarse y de felicitación.
Fuente: http://ecuadoruniversitario.com/opinion/investigacion-y-pedagogia/
Muy buen análisis. Para
ResponderEliminarEl análisis, reflexión. y puesta en
Práctica en las aulas universitarias!!!