Otro semestre académico arranca y recibo con la ilusión
de siempre a mis casi dos centenares de nuevos alumnos, que ingresan a primer
ciclo de carrera. Vienen silenciosos, cabizbajos y arrastrando el peso del miedo,
las rudas cadenas de la preocupación y el contagioso virus de la incertidumbre ante
una nueva etapa que se abre en sus vidas. Una experiencia similar viví en su
momento.
Ahora me corresponde abrirles las puertas del
futuro. Una tarea, sin duda, altamente difícil y muy complicada, pero no cesaré,
con fracasos y errores, de intentarlo una y otra vez, por compromiso, respeto y
consideración hacia ellos y orientado bajo la luz utópica de creer ciegamente
en esta savia nueva de mujeres y hombres, para que sean capaces al menos de
colaborar en la construcción de una mejor sociedad, que la que le hemos dejado
en herencia.
Y todo ello, a pesar de la existencia de tantos
elementos malignos, egoístas, tramposos, ambiciosos, mentirosos, especuladores,
terroristas pedagógicos, mesiánicos sectarios, manipuladores, corruptos… que
han sido forjados y reproducidos por esta indecente y asquerosa sociedad universal
y sus sistemas educativos.
Junto a ese sueño, una realidad me alimenta a
seguir en esa cruzada perdida y es el recibimiento que me brindan mis viejos alumnos
al reencontrarnos por los pasillos o el campus universitario, que me proporciona
alegría, amor y esperanza.
Hoy me han sorprendido con un hermoso regalo lleno
de cariño y amistad, que he querido inmortalizar con esta foto, una imagen que
me ayudará a seguir por ese camino trazado, a pesar de seguir coleccionando
fracasos y derrotas.
GRACIAS DE TODO CORAZÓN
¿Sabes, amigo? ¡Te envidio!: una envidia sana, te aseguro. Hasta hace muy poco disfrutaba de la cercanía de ese reto, que ya se me ha escapado para siempre, por razones de edad y, sobre todo, por el desangelado ambiente de la "universidad" donde había recalado, en un lamentable error.
ResponderEliminarUn gran profe.... esperamos con ansias volver a encontrarnos en algún otro ciclo ...
ResponderEliminarSi hay algo de lo que no tengo duda es de la persona tan significativa que es José Manuel en nuestras vidas, puede sonar exagerado pero si tan solo pudiera imaginar lo que ha sembrado en nuestros corazones, que cuando mis oídos escuchan su nombre automáticamente una sonrisa sale a relucir, que gran fortuna nos dió la vida de conocer a un guerrero insaciable de bondad y amor...
ResponderEliminarGracias eternas por tanta sinceridad y humanismo ♥
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