La Clave inicia su andadura en este primer paso de
2021, al que denominamos Mes del
Periodismo Ecuatoriano, fundamentado en la interrelación de dos
acontecimientos históricos: ya que un 5 de enero de 1792 nacía el primer número
del primer periódico ecuatoriano, “Primicias
de la Cultura de Quito”, bajo la mano de Eugenio de Santa Cruz y Espejo, y
un 13 de enero de 1828 veía la luz el primer periódico del Austro ecuatoriano “Ecos del Azuay” con la dirección de Fray
Vicente Solano.
El nacimiento de La Clave tiene su origen en diversas
y amplias circunstancias contextuales pretéritas y actuales, derivadas tanto
por la propia evolución de los medios convencionales a lo largo de la pasada
centuria, como del proceso transformador marcado por los avances tecnológicos y
de la información, a partir de la década de los 90 del siglo XX, que han reconfigurado
un nuevo escenario donde la información y la comunicación se han reconvertido
en medios e instrumentos de masas, dominado por los grupos de poder, tanto en
el ámbito internacional como en el espacio local, que ejercen una fuerte
presión mediática para uniformar criterios, al tiempo, que estimulan un clima
de desinformación calculada, como mecanismo de control sobre la aldea global.
Hoy más que nunca se precisa con urgencia la necesidad
de medios de comunicación libres e independientes, que desempeñen una verdadera
labor de democratización comunicativa, sin adoctrinamientos externos y, por
consiguiente, con una imperiosa introducción de cambios significativos, en sus enfoques,
tratamientos, prácticas y desempeños que deben estar adaptados a la
construcción de una nueva realidad social.
En ese sentido, La Clave es un intento por descifrar
tanto nuestro territorio cercano como el mundo. Nace desde la necesidad social
de contar con un medio activo, vivo, participativo, comprometido e
independiente, sin obediencia ideológica, política, institucional, económica y
bajo una orientación por proporcionar una mirada diferente a la realidad para buscar
la reflexión y el análisis sobre los acontecimientos de la ciudad, la
provincia, el país y el mundo, alejado de cualquier visión única.
La Clave pretende convertirse, a pesar de sus amplias
limitaciones, en un foro abierto en movimiento “desde y para la ciudadanía”,
con un carácter eminentemente social y cultural, y está integrada en esta
primera fase por un reducido equipo con experiencia y profesionalidad junto al aporte
de una nueva savia, los jóvenes, y abierta a la participación ciudadana y a la
diversidad de pensamientos. Una composición que constituye nuestra gran
fortaleza y que está asentada en principios éticos, valores y compromisos humanistas
y sociales. Nuestras expectativas y objetivos son, desde luego, muy ambiciosas
pero somos muy conscientes que nuestro caminar debe ser pausado y firme, sin
entrar en la vorágine de una sobresaturación informativa, que son fuegos de
artificios que desvía y devora los asuntos de relevancia e interés social.
La Clave tendrá una periodicidad, en estos momentos
iniciales, de carácter quincenal pero con actualizaciones parciales, bien diarias
o semanales, en sus distintas secciones (Editorial; Entrevista Clave; Tribuna
de Opinión; Participación Ciudadana; Perfiles; La Voz de la calle; Cultura;
Política; Tecnología, Sociedad y Economía; y Fotoperiodismo). Asimismo, La
Clave tiene entre sus aspiraciones convertirse en una escuela de formación de
nuevos periodistas, de nuevos ciudadanos y en un espacio activo de participación
comunitaria.
Te deseo a ti y a todos los que componen este nuevo refugio de ideas, lo mejor para que podamos disfrutarlas. Espero que estén dispuestos a elaborar discursos críticos y alternativos al poder dominante. Defender la libertad en estos tiempos de pandemia y confinamiento es tarea ardua que puede llegar a agotar. Por eso, mucho ánimo para mantener unos principios claros desde el comienzo, evitando el intervencionismo político, para alcanzar una auténtica pluralidad política. Inician una lucha de conquistas que harán crecer este nuevo diario. Suerte, de la buena, en el empeño.
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