Por: José Manuel Castellano
Para la Editorial Centro de Estudios Sociales de
América Latina (CES-AL), y para quien les habla en calidad de Editor-Jefe, es
un placer inmenso que esta obra de Abdón Ubidia pase a formar parte de nuestro
fondo editorial y de esta manera poder contribuir a su difusión en el escenario
mundial, bajo nuestro lema: “compartir y democratizar el conocimiento”, sin
ningún tipo de barrera, ni obstáculo alguno, como explícitamente queda plasmado
al final de los créditos en nuestras publicaciones, que literalmente dice: “Queda totalmente permitida y autorizada la
reproducción total o parcial de este material bajo cualquier procedimiento o
soporte a excepción de fines comerciales o lucrativos”. Esto viene a
cuento, y considero importante resaltarlo, ya que nuestra filosofía encierra
elementos concomitantes con el planteamiento que nos ofrece Abdón Ubidia en
este ensayo intitulado “Referentes Siglo
XXI”.
Debo iniciar esta intervención señalando que no es una
tarea nada fácil concretar una síntesis y una valoración a este libro de Abdón
Ubidia, pues son tantos los aspectos de gran interés que contiene, que nos
encantaría adentrarnos de forma detallada en cada uno de ellos, pero creemos que
no sería muy apropiado, pues nos llevaría un tiempo del que no disponemos en
estos momentos y tampoco se trata de aburrir a este selecto auditorio virtual con
mis comentarios, sino más bien ajustarme al papel de presentador, con el propósito
de lanzar algunas pinceladas que puedan contribuir de estímulo a que ustedes incursionen
en estas doscientas y pico páginas que son, sin duda, muy enriquecedoras.
Antes de entrar de
lleno en materia, se hace necesario subrayar que este libro es el resultado de
un ingente trabajo a lo largo de más de dos décadas, ya que fue editado en el
año 2000, bajo el prestigioso sello de Abya Yala, y ha tenido tres ediciones posteriores
y esta última, ampliada y corregida, constituye su quinta edición. Ese es un
dato muy significativo que habla por sí solo, al que se le debe añadir y
agradecer el notable esfuerzo al autor por darle mayor vida, profundizando en
su estudio. Como consecuencia de ello, nos presenta este valioso documento que
nos debe llevar a pensar y repensar sobre los distintos aspectos tratados, ya
que como muy bien señala Abdón es un tema que ha quedado sumergido ante la
imposición de un sistema, que ambiciona suprimir en todos los órdenes del
pensamiento los referentes de la realidad, la política, la ética, la estética,
etc. en la articulación de este mundo globalizado que intenta y logra, desde
nuestra concepción, neutralizar, re-adaptar, re-categorizar y retorcer contenidos
de fondo para vaciarlo y otorgarles nuevos significados bajo el mismo
significante, en función a los intereses del mercado y del control social.
En ese sentido, el punto de partida de este ensayo de
Abdón Ubidia arranca a través de una serie de cuestionamientos: ¿Hemos perdido los referentes? ¿Hemos
perdido el sentido?
¿Los términos realidad
y verdad ya no
significan nada?
De modo que el eje central de esta obra indaga sobre
la existencia o no de referentes en el siglo XXI. Un asunto, sin duda, extremadamente
complejo y, para ello, su autor realiza un intenso y profundo recorrido multidisciplinar
con la finalidad de acercarse primero a analizar, después a valorar y en tercer
lugar a exponer la situación actual desde el punto de vista referencial en
todos los ámbitos de su estudio. Ese explícito propósito le lleva a una minuciosa
revisión histórica con el objeto de rescatar o como bien apunta su autor de “recuperar referentes válidos, volver la
mirada hacia lo concreto”. Por tanto, ese asunto constituye el alma o
esencia de este interesante y no menos laborioso ensayo, que viene cargado de un
alto componente de erudición, pero también de una mirada social, humana y bajo una
perspectiva individual, como sujeto histórico, que ejerce por medio de su condición
de escritor comprometido con su tiempo.
El abordaje de esta densa temática y sus amplias
interrelaciones e interconexiones tiene como telón de fondo el concebir al neoliberalismo
como una cosmovisión global en todos los planos del quehacer social,
ideológico, filosófico, cultural, etc. Esto lleva al autor, en sus páginas
iniciales, a advertir al lector que esta publicación es un “libro libresco”, con grandes defectos como
resultado de años de lecturas, dispersas y eclécticas, y cuya autoría no viene
avalada por un filósofo, ni por un antropólogo o sociólogo sino por un
escritor. Pero claro, Abdón Ubidia no es un escritor corriente que se esconde
tras las bambalinas de las palabras sino que su prosa y su discurso se enfrentan
a la realidad, pasada o presente, y frente a esta aldea global actual, con
miras hacia una transformación, hacia la construcción de un futuro mejor, desde
diversos planos temáticos, territoriales, temporales y bajo distintos enfoques,
que van desde lo universal a lo regional -léase
Latinoamérica- y a la realidad ecuatoriana para aterrizar
en la esfera social, en el ser humano y en el individuo.
Abdón desde su trinchera literaria afronta su reflexión
y análisis desde una crítica ideológica abierta sobre el momento en que vivimos
y, para ello, establece múltiples diálogos con una gran cantidad de autores, pero
también en determinados tramos se puede apreciar con total claridad la
proyección de su propia sombra: su condición de escritor en plena coherencia y
apegado a sus ideas y pensamientos sobre las diversas temáticas. Esto nos lleva
a identificar a Abdón con José Luis Borges, por la riqueza en sus abundantes citas de autores y en su trasfondo
filosófico pero, al mismo tiempo, se le puede vincular a la elocuente pasión de
Julio Cortázar y, por encima de todo, a la consistente conciencia de Jean-Paul Sartre.
Asimismo, Abdón Ubidia viene a representar la antítesis o el contrapunto del
protagonista de su novela “La Madriguera”,
un pintor, que consciente del agotamiento y del ruido de las claves del arte moderno y posmoderno, renuncia a seguir
pintando. En cambio, Abdón se mantiene fiel, perseverante y comprometido, a
pesar de las hostilidades silenciosas y terroríficas del panorama actual que se
refleja en un miedo a la libertad.
Desde otro ángulo, si tuviéramos que catalogar este
libro, que intenta rebuscar entre los referentes pasados con el ideario de
reflexionar en la (re)construcción de otros con los cuales afrontar esta nueva centuria,
lo definiríamos por su carácter de rebeldía, una rebeldía con causa, justa y
legítima. Es muy probable -a
pesar de que podríamos estar equivocados, aunque contamos con sólidos argumentos
y evidencias para creer- que
este libro es un texto para el futuro o, por lo menos, para el futuro de la
sociedad ecuatoriana. Nos habría encantado que esta poderosa herramienta
tuviera, desde ya, una aplicación práctica como manual en las aulas universitarias
del país y que sus páginas fueran devoradas por nuestros estudiantes hambrientos
de superación y sabiduría; que sirviera para abrir espacios de discusión y que de
forma complementaria activara procesos de pensamiento crítico -muy alejados de esas intensas y engañosas
campañas de marketing promovidas desde el interior de los centros
universitarios ecuatorianos-;
a la par de intensificar procedimientos de indagación dinámica del conocimiento
acumulado, con el propósito de generar alternativas frente a esta realidad
inerte y asintomática en la que nos encontramos, que nos impide llegar a sentir
en carne propia las afectaciones y sus efectos secundarios.
No obstante, tememos que todavía no están dadas las
condiciones adecuadas para digerir los contenidos y los postulados que nos ofrece
Abdón Ubidia. En otras palabras, este no es un libro de lectura fácil para
aquellos que no dispongan de una sólida base y, por consiguiente, tampoco es un
libro que vaya destinado al gran público. Y no lo es por responsabilidad del
autor sino por el perfil y las cualidades inherentes que definen a los potenciales
lectores nacionales. En cualquier caso, urge un giro radical en nuestros
centros universitarios y en la sociedad ecuatoriana para que podamos apropiarnos
de textos con estas características, que permitirían escapar del subdesarrollo
económico y formativo en que está sumergida nuestra juventud o dicho de una forma
más clara y directa en palabras de nuestro autor: Ecuador es, todavía, un país
de semianalfabetos.
A simple vista se
podría decir que esta obra, “Referentes
Siglo XXI”, abre un nuevo camino en el género ensayístico dentro de la
amplia producción de Abdón Ubidia. Sin embargo, desde nuestra modesta interpretación
creemos que no es así. En primer lugar, porque consideramos que es el leitmotiv en su trayectoria literaria
con respecto al abordaje y a las temáticas centrales tratadas en sus cuentos y novelas
precedentes, con una narrativa que explora los
cambios del territorio y las relaciones sociales de Ecuador en el último tercio
del siglo XX; como es el caso de su novela “Ciudad
de Invierno” (1978), que dibuja el boom petrolero de la década del 70 y sus
consiguientes efectos; como también su obra “Sueño de lobos” (1986), donde
esboza un clima social de desencanto y decepción de los años 80.
En
esa misma línea se encaminan sus relatos cortos de ciencia
ficción y fantasía, como la serie “DivertInventos”
(integrada por “Divertinventos”, 1989; “El palacio de los espejos”, 1996;
“La escala humana”, 2008 y “Tiempo”, 2015), que va dirigida a un
público juvenil, con una definida orientación divulgativa sobre el pensamiento
científico y filosófico contemporáneo.
“Referentes
Siglo XXI” no es solo
una consecuencia derivada de su trayectoria precedente, como hemos apuntado
anteriormente, sino un elemento que tiene continuidad y está muy presente en sus
obras posteriores, que viene justificado por su compromiso social como escritor,
que queda muy bien plasmado en la pieza
teatral de carácter ensayístico “Adiós Siglo XX” de 2002; en la ya mencionada novela “La Madriguera” (2004), que retrata a la
sociedad finisecular quiteña como consecuencia del feriado bancario de 1999; en
su ensayo “La aventura amorosa y sus personajes” de 2011; o en el “Elogio
del pensamiento doble” de 2019.
“Referentes Siglo XXI” se estructura a través de cuatro módulos
o capítulos.
El primero aborda temáticas relacionadas con la
cultura actual: la revolución cultural del neoliberalismo; la modernidad y la
posmodernidad; la democracia, la cultura y la cultura de masas; y reflexiones
sobre los errores y realidades de la izquierda.
El segundo capítulo se centra en la denominada cultura
de masas, la pornografía y el erotismo, el libro y la televisión, el cine y la
literatura, el periodismo y la literatura, la lectura y las nuevas tecnologías.
El tercer bloque se encarga de la cultura popular, la
literatura popular y lo popular en la literatura, el cuento popular e indígena
y la poesía popular.
El cuarto y último capítulo se detiene en la cultura
culta o alta cultura, su
valoración sobre el papel de los nuevos curadores del arte actual, de las
poéticas opuestas (el caso de Borges y Cortázar), de la literatura y el psicoanálisis,
de la crítica a la crítica, de “La Mujer” y la literatura, de los nuevos
talleres literarios y la influencia de Sartre en su generación.
En definitiva, nos encontramos ante una sociedad
colapsada y desbordada donde sobran científicos y pseudocientíficos académicos -cuyas producciones no tienen más
finalidad que la de rellenar hojas de vida y dar respuesta a una torpe y
absurda burocracia galopante-, los
cuales no aportan ni contribuyen en nada a la sociedad. Necesitamos una legión
de divulgadores científicos que impulsen nuevas reflexiones sobre la actual sociedad
para que proyecte un futuro que sepa establecer puentes de conexión con la
colectividad. En caso contrario, se perpetuará este tiempo asimétrico, en
relación a la carencia de pensamientos y propuestas sobre los grandes problemas
con los que convivimos hoy en día, sin posibilidad alguna de acción de mejoras.
Esta realidad que comentamos se manifiesta en esta
sociedad líquida, que está encadenada y secuestrada por los avances
tecnológicos, que nos impiden pararnos, sentarnos, reflexionar y ubicarnos en un
tiempo real y que se traduce en unos estrictos controles sociales, en nuevos
hábitos y prácticas deshumanizantes, sin capacidad para cuestionar, sin cualidad
de comprensión, sin facultad reflexiva y sin oportunidad de maniobra para
actuar. Este sometimiento y control desvía nuestra atención y acción colectiva,
nos aleja del mundo real y nos sepulta en una espiral virtual de un entretenimiento
inocuo, vacío y sin salida.
Por todo ello, “Referentes Siglo XXI” de Abdón Ubidia es, sin duda, una obra imprescindible y, por tanto, recomendamos una lectura muy pausada y reflexiva para abrir los ojos ante esta realidad irreal. Para concluir y parafraseando a Van Gogh, “el artista completo no puede ignorar las falsedades de su época”, a lo que nosotros añadimos que tampoco el intelectual ni el escritor comprometido, como nos ha demostrado Abdón Ubidia a lo largo de su trayectoria. Felicitaciones maestro por tus enseñanzas, felicitaciones amigo por compartir tus reflexiones.
Magnífico!!
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