Después de surcar olas durante más de medio centenar de inviernos,
aquí me encuentro repasando el pasado,
un desfile de máscaras que el
tiempo deshacen,
ambientes hipócritas que el paso estacional
desmenuzan,
campo minado de falsedades y
encerronas a posteriori
desveladas,
fango maloliente de traiciones que a
destiempo mal se depuran,
falsos amigos que tardíamente son desenmascarados,
amores vengativos que besan con
dagas asesinas,
intransigentes represores que tiran
a matar,
ambiciosos colegas lameculos, envidiosos,
parásitos y correveidiles por doquier,
interesados disfrazados que te roban
el tiempo, la energía y la esperanza.
Después de surcar olas durante más de medio
centenar de inviernos,
aquí me encuentro buscando el sentido
de la vida
a través de las experiencias y
lecciones aprendidas,
para despreciar al manipulador y a
los hombres de la guerra,
para mostrar indiferencia a los
iluminados, arrogantes, presuntuosos y falsos predicadores sociales,
para ser irreverente ante el orden
y el poder establecido,
para señalar a los impostores de la
intelectualidad y la Academia,
para ser irrespetuoso ante la
injusticia y los tramposos,
para ridiculizar a los ambiciosos acaparadores,
para desobedecer a los crueles
explotadores y burlarme de sus esclavos consumistas,
para menospreciar a los traficantes
de ideas,
para caricaturizar a los mentirosos,
estafadores y mercachifles.
¡Todos fuera de mi vida! Que se
vayan y se ahoguen en la mierda.
Después de surcar
olas durante más de medio centenar de inviernos,
aquí me encuentro con la vista fija
en este momento,
sabedor
del corto tiempo que me resta
con
la firme convicción de disfrutar cada instante
con apasionada intensidad desde la integridad
y la honradez,
vivir
en paz conmigo mismo, con mi reducido y selecto círculo,
para
amar profundamente desde la sinceridad del corazón y en plena libertad.
Y olé y olé y olé, mismo que suscita en mí una media verónica en el lance taurino
ResponderEliminar¡Valiente, honesto y grandilocuente¡ Un atrevimiento necesario pare reconocer la permanente puesta en abismo rn la que nos hemos convertido. ¡Rabo y orejas! Estimado bardo.
ResponderEliminarAsí es la realidad cruel e impactante para seres despiertos y sensibles, lo que nos queda trabajar con nosotros mismos
ResponderEliminarUn manifiesto lleno de temple y bizarría contra el hastío a la mediocridad.
ResponderEliminarMe remito a lo que recogeré dentro de unas horas en https://icsh.es/
ResponderEliminarQuerido amigo, vive tu aquí y tu ahora y disfrútalo al máximo... el resto no importa.
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