El país ¿recuerda? en estos días (entre interrogantes porque ya a casi nadie parece importarle), los 75 años de uno de los episodios más dolorosos de su historia: la derrota militar, invasión y ocupación de gran parte de la provincia de El Oro por la fuerza armada peruana y la posterior firma del protocolo de Río de Janeiro y la definitiva pérdida territorial, de la Amazonía, -en los hechos y en el derecho-, aunque muchos años antes, los peruanos ocupaban ya la mayor parte de esos territorios.
En efecto, los roces fronterizos entre los soldados de los dos países que se habían dado durante casi 20 días, se convirtieron en un ataque masivo a las guarniciones ecuatorianas los días 23, 24 y 25 de julio de 1941, con todo tipo de medios bélicos: aéreos, artillería, infantería y blindados, estos últimos desconocidos hasta entonces por los soldados del país, cuya debilitada fuerza militar solo pudo oponer unos 1.200 hombres, para cubrir un frente de casi 80 kilómetros, ante los casi 15.000 de las tropas peruanas. El 26 de julio se acordó un cese al fuego que Perú irrespetó y los primeros días de agosto consolidó sus avances en la provincia de El Oro. Después vino la firma del Protocolo de Río de Janeiro, el reconocimiento de la soberanía peruana sobre los territorios diputados en el Oriente y la desocupación militar peruana.
Cierto que ya está firmada la paz y cerrada la frontera en buena hora, por lo que el recuerdo y peor el recuento de estos hechos puede parecer a algunos irrelevante. Más viene muy al caso en cuanto que el historiador español José Manuel Castellano, -que pena que no la hayamos hecho antes nosotros-, y con las poquísimas fuentes documentales que quedan, ha puesto los ojos y emprendido una investigación en un tema prácticamente olvidado por la historiografía ecuatoriana, más allá de haber dicho algunas cosas, de oídas: las consecuencias sociales de la ocupación militar peruana, durante los seis meses que permaneció en El Oro.
En efecto, deben quedar poquísimos sobrevivientes orenses a quienes tomarles testimonio, sobre cuál fue el comportamiento de las tropas peruanas ocupantes y sobre esto y otras fuentes, sistematizar muchos datos dispersos que sí hay, acerca de cómo impactó en la sociedad orense y del país la invasión: campos abandonados, pueblos desocupados, al menos uno (Santa Rosa) arrasado y casi desaparecido por el bombardeo aéreo peruano, poblaciones desplazadas, desarraigo, violencia y más.
Vale recordar que, en el siglo anterior, el Ecuador fue el único país del continente, que ha tenido territorio ocupado por el enemigo militar; ha sido así mismo, el único con poblaciones civiles bombardeadas, en una verdadera blitz krieg (guerra relámpago), guerra que, además, nunca fue declarada y otros tantos hechos sobre “La invasión del 41”, que bien vale puntualizarlas y la investigación que adelanta Castellano puede contribuir a despejar.
ÁNGEL VERA
Periodista de El Mercurio
Cuenca a 14 de agosto de 2016
Fuente: http://www.elmercurio.com.ec/549022-75-anos-de-invasion-peruana-a-el-oro/#.V7trz_nhDIU
No hay comentarios:
Publicar un comentario