Brígida San Martín García
¿Qué es son “Los PREMIOS CES-AL”? Digamos en claro y conciso discurso que se denominan así a los reconocimientos que se entregarán a destacados personajes que sobresalen con su trabajo en tres modalidades: “Investigadora”, “Literaria” y “Jóvenes creadores”. Impulsados por la joven Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, la entrega de este premio tiene como finalidad resaltar la contribución científica-académica, la trayectoria profesional en el ámbito literario y potenciar la labor de jóvenes en distintas disciplinas.
Cada año,
personajes de la academia, la investigación, la creación literaria y el arte
serán reconocidos por sus propuestas vanguardistas. Miembros del Consejo
Editorial harán un seguimiento a los autores ecuatorianos y extranjeros que
realicen su labor en Ecuador para determinar a los ganadores que levanten el
galardón diseñado para resaltar el aporte a la comunidad.
La
Editorial Centro de estudios Sociales de América Latina nació en el 2018; su
objetivo es contribuir a la difusión de los conocimientos sociales de la Región
y del mundo. No se trata de una empresa mercantilista con ánimo de lucro, las
publicaciones son de acceso abierto. Desde la filosofía misma se constituye en un
espacio que intenta cumplir con una labor de comunicación académica y
científica.
Hasta
ahora, la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina cuenta con
más de cincuenta publicaciones, si bien esa esa es su acción medular también se
empeña en construir espacios académicos y culturales de trascendencia no sólo
geográfica sino de trascendencia y posicionamiento científico. Presentación de
libros; Desarrollo de recitales literarios; Concursos de fotografías y relatos;
Mesas redondas y foros; Llamamientos a procesos de investigación están entre
las acciones que a lo largo de sus ya casi dos años los realiza con una visión
real, profesional, democrática sin sesgos ideológicos, político-partidistas,
religiosos. Un aplauso para el mentalizador y gestor de este organismo el
doctor José Manuel Castellano.
Cinco personajes
y cuatro estatuillas de la Guacamaya se entregarán esta noche en la primera
edición de los premios CES-AL. Cinco ecuatorianos del mundo de la literatura,
la investigación y la comunicación. El Jurado, conformado por el Dr. José
Manuel Castellano, la Mgs. Yesenia Espinoza Román y D. Erick Jara Matute,
decidieron otorgar el Premio CES-AL-2020 a: Wilson Zapata Bustamante, destacado
comunicador e investigador ecuatoriano; a la Dra. Ruth Moya, en su modalidad
Investigadora; al Dr. Jorge Dávila Vázquez en la modalidad Literaria; y a dos
nuevas figuras de las letras ecuatorianas, los pequeños escritores Isabel y
Andrés Sequera Villegas, que recibirán el Premio Jóvenes Creadores CES-AL-2020
¿Quiénes son los galardonados?
Un
referente del periodismo ecuatoriano, eso es Wilson Zapata Bustamante. Un
personaje que con más de cinco décadas de experiencia ha hecho del ejercicio
tanto periodístico como de la comunicación social proyectos de conocimiento,
sustentos académicos que guían estas formas no tan nuevas de hacer información
con el uso de las tecnologías que llegaron con el nuevo milenio. Su obra
permite enfrentar a la ciencia en tiempos de comunicación mediada por
dispositivos electrónicos.
Wilson Zapata Bustamante
Wilson
Zapata Bustamante ha esculpido su nombre en el periodismo ecuatoriano. Un
hombre con una formación académica sólida, empezando con su proceso inicial en
la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo el título de licenciado en
Ciencias de la Información y luego de ella, con formación continua en las
Universidades de Navarra y Complutense, en España; el Instituto de Cooperación
Iberoamericana (ICI) de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; el Instituto
Internacional de Periodismo José Martí, de la Habana-Cuba, entre otros.
Ruth Moya
En una de
esas entrevistas que para cualquier entrevistador se constituyen en verdaderas
conferencias o espacios de aprendizaje, Ruth Moya decía: “En Ecuador, el debate
sobre la interculturalidad surge a la luz de algunos conceptos básicos: los
cruces y caminos complejos en relación a las etnicidades, que hacen en la
diversidad las relaciones de explotación social, a eso se suma las relaciones
de opresión cultural” no se puede obviar ninguno de estos tres elementos para
comprender mejor el tema de la interculturalidad. La Doctora Ruth Moya es una
verdadera maestra, una mujer de vocación absoluta por la docencia
universitaria, una investigadora que cuenta con una amplia producción
científica.
Jorge Dávila Vázquez
Siempre lo
conocí como lo que es: un gran escritor. He leído biografías que introducen al
mundo del literato cuencano, pero no, no tenía idea que haya estudiado
mecanografía y contabilidad. No me sorprende la mecanografía porque, de hecho,
domina la máquina de escribir, pero me sorprende el trabajo en el banco y el
estudio de la contabilidad esa ciencia del haber, el deber y el saldo. Imagino
que a tres décadas de terminar el mileno dos, la contabilidad era el futuro
profesional en una ciudad conventual, bucólica de comercio creciente e
industria naciente.
Sí, me
resulta increíble porque las primeras publicadas en los años70 hablo de: “Nueva
canción de Eurídice y Orfeo”, el primer poemario; y, su primera novela “María
Joaquina en la vida y en la muerte”, esa obra que transforman el espíritu, el
espacio, el tiempo. María Joaquina, bella, barroca, reina, princesa.
Jorge es
un escritor, es un narrador y poeta, porque “solo la poesía puede crecer como
un árbol en el cielo”.
Isabel y Andrés Sequera Villegas
Los primeros
pasos llevaron a los primeros trazos. Una hoja de papel como soporte, como
cómplice de un universo creativo infantil. Trazar y leer allí está la fuerza de
los sentidos que de a poco se trasformaron en hábitos de vida; así es el inicio
en el sendero de la escritura de los hermanos Sequero Villegas. Isabel y Andrés
son dos chiquillos nacidos en el nuevo milenio que desde ya le apuestan a la
creación literaria como medio de vida, de crecimiento, de fe en la humanidad.
Los colores perdidos y otros relatos, su primer libro de cuentos, enseña la
cromática encontrada por dos inteligencias frescas, emergentes, puras,
creativas.
Estatuilla de la Guacamaya
La
Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, tomó la forma, colores
y significado de la Guacamaya como símbolo para la estatuilla a entregar a los
galardonados con los premios CES-AL.
Los
cañaris son los antiguos pobladores de las provincias de Azuay y Cañar. Dos
leyendas caracterizan su origen, una de ellas: Las guacamayas que se remonta a
la época del gran diluvio, cuando la ira de Dios transformada en agua se tomó
la tierra. En esta América, el gran diluvio no llegó a la cima del cerro
Huacayñan, dos hermanos cañaris treparon hasta allá y moraron en una cueva.
Cuando la
lluvia pasó, los hermanos salían a cazar y buscar alimentos, lo raro fue cuando
al regreso encontraban una mesa con alimentos. Para saber de dónde provenían
las raciones, un día, el mayor se escondió en la cueva y esperó, entonces vio
llegar dos guacamayas con rostro de mujer que traían provisiones. Esa vez, el
hermano mayor se abalanzó sobre ellas, pero huyeron; la segunda vez el hermano
menos logró atraparlas, se dice que cada hermano se casó con una guacamaya, de
esos matrimonios salieron tres hombres y tres mujeres y entonces poblaron esta
nuestra región.
Las
guacamayas son aves preciosas: plumaje multicolor, están como vestidas de
plumaje rojo escarlata, matizado son tonos verdes, azules, amarillos; además
son inteligentes, se dice que son mansas y se adaptan con facilidad a los
entornos.
Las
estatuillas que se entregarán esta noche, son esculturas trabajadas en metal, obra
de Segundo Gallegos, herrero, periodista, un hombre multifacético, un artista
que ha dado forma y hasta vida a la mítica ave símbolo de nuestra cultura.
Trabajadas
en técnica de enchapado, Segundo determinó la proporción, tamaño y densidad de
la obra. Sutilmente trabaja la cromática hasta dejarla así perfecta, bella,
brillante, con un alma que está por salir a volar los cielos australes
ecuatorianos.
Segundo
viene de una dinastía de herreros, de maestros que han escrito la historia del
barrio de las Herrerías y de Cuenca. Él sabe manejar el yunque, el martillo, el
rojo vivo. El aroma del metal que se diluye con el fuego está impregnado en su
piel. Desde los seis años, su cuerpo roza con el metal, allí era fiel testigo
del golpe duro sobre el metal que llegaba del brazo de su padre, de su abuelo.
Forjador,
sí forjador de sueños y de forja artística. Segundo ha dado forma a las
guacamayas, así como da forma a las cruces para las cumbas de las casas, a las
lámparas, candados a todo eso que le forma la estética de nuestra arquitectura.
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