No estoy

No estoy. Foto: JMCaste.

No estoy para tanta mediocridad e hipocresía insultante,

tampoco para esos desdichados que ofrecen su cruel mano traicionera,

esos que sonríen y abrazan con afilados cardos,

para aquellos que siembran y cultivan cizañas,

que juegan a matar con manipulaciones y engaños,

no tengo tiempo para esos yermos amores traicioneros y mezquinos,

ni para cretinas amistades interesadas y sórdidas,

no estoy para los que callan con indiferencia ante injusticias, abusos y desigualdades,

para esos apócrifos defensores de la colectividad que solo buscan el poder

en compañía de su tiñosa corte de lacayos,

que pronuncian en vano la palabra Libertad para imponer cadenas,

ni a sus arribistas, sumisos y esclavos catequizados,

tampoco para quien habla sin escuchar,

ni a los que escuchan sin hablar,

menos para los que hablan por hablar,

y peor para los que hablan solo para oírse a sí mismo,

para aquellos obsesionados por hurtar el usufructo ajeno,

que intentan sobresalir sobre los demás a toda costa,

puros presuntuosos, engreídos y vanidosos,

a los que pisan el templo para limpiar sus negras acciones

y salen para seguir golpeando con mayor dureza al prójimo,

a los que rezan solo para sí,

a esas repulsivas almas escondidas en apariencias sociales,

a los fanáticos de toda clase y condición,

a la manada y a sus borregos inconscientes, ignorantes y sectarios.

José Manuel Castellano

Cuenca (Ecuador) junio 2023