Por Mariela Barrera
Dr. Manuel Ferrer Muñoz (PhD) |
¿A que hace referencia el título
“Así nos contaron la historia de Esmeraldas”?
El libro
se ocupa de la enseñanza de la historia de la Provincia Verde, y muestra cómo
se manipula esa disciplina al servicio de los intereses de quienes en cada
época administran las políticas nacionales y editoriales. En el caso de
Esmeraldas hay, además, escasa profesionalidad en los enfoques con que se ha
contemplado su pasado, y una preocupante limitación de fuentes primarias,
muchas de las cuales han desaparecido,
bien porque hayan sido objeto de saqueo, bien por la incuria de quienes tienen
la responsabilidad de su resguardo, bien porque han sido puestos en venta de
modo fraudulento.
¿Cuál es el propósito de este
libro?
Se intenta llevar a cabo una aproximación, siquiera sea provisional, al
análisis de los enfoques ideológicos y metodológicos que han presidido los
trabajos historiográficos centrados en Esmeraldas. Este libro pretende romper
lanzas por la profesionalización de la investigación histórica, y promover una
visión más cercana y menos distorsionada de Esmeraldas en los libros de texto a
través de los cuales se acercan nuestros niños al conocimiento de la historia
nacional.
¿Cómo esta obra enriquece y
fortalece la identidad e historia del Ecuador?
Queremos mostrar los prejuicios que han condicionado la imagen de
Esmeraldas en el contexto nacional. Formulamos una crítica a la tradicional
historia de héroes que relega al anonimato a las mujeres y a la gente corriente.
Buscamos rescatar la historia cotidiana y el valor de los detalles pequeños.
Nos importa mucho proponer un auténtico esfuerzo de respeto al pluralismo y al
reconocimiento de los grupos étnicos que han dado a Ecuador su ser nacional.
Nos proponemos, en fin, romper con visiones esencialistas del pasado que
rehúyen el presente y se recrean en la contemplación de un pasado mitificado,
intencionalmente depurado de cuanto pueda arrojar sombras sobre un panorama
idílico. No es verdad que cualquier tiempo pasado haya sido mejor que el
contemporáneo.
¿Cómo se concibe a la provincia de
Esmeraldas desde una perspectiva geográfica y arqueológica?
El lugar
periférico que ocupa Esmeraldas en Ecuador, confinante con Colombia, implica la
configuración de un espacio que debería ser de mutuo enriquecimiento, por más
que las últimas décadas hayan convertido en problemática esa cercanía. Un
simple repaso a los orígenes de algunos destacados esmeraldeños, todos hijos de
madres o padres colombianos, nos confirma la intensidad de esos vínculos. De
otra parte, el daño causado por el prolongado y sistemático saqueo de los
sitios arqueológicos de Esmeraldas es ya irreversible. Sí cabría propiciar un
proyecto que implicara a las demás provincias costeras del Ecuador y permitiera
la puesta en marcha de una muestra itinerante que expusiera a los ojos de sus
habitantes el esplendor de las culturas que se desarrollaron en este territorio
antes de su sujeción al dominio de otros pueblos invasores.
¿De qué manera el estado influyó en
la economía y diversidad cultural de Esmeraldas?
Hay que reconocer
con tristeza que la ruptura de vínculos con España no atrajo la menor prosperidad
a la provincia, ignorada siempre por los nuevos gobernantes que, urgidos por
problemas inmediatos, contemplaban a Esmeraldas como un lugar remoto, apenas
comunicado con el resto del país, conminado a una economía de subsistencia y
habitado por una mayoría negra difícilmente asimilable a la modernidad. En
consecuencia, Esmeraldas quedó marginada y recluida en los rincones más oscuros
y recónditos de los libros donde se narra la historia nacional del Ecuador. La
puesta en sordina por la historiografía oficial de los sucesos desarrollados en
Rioverde el 5 de agosto de 1820, que precedieron al 9 de octubre guayaquileño,
habla por sí misma de esa voluntad de silenciar lo esmeraldeño. Y todo ello a
pesar de la generosa contribución de Esmeraldas al triunfo del proyecto liberal
encarnado por Eloy Alfaro durante el tránsito del siglo XIX al XX.
¿Qué personajes se destacan a lo
largo de la historiografía de Esmeraldas?
Los
primeros, paradójicamente no esmeraldeños, fueron los esclavos que, tras el
naufragio del navío que los conducía a Perú, en 1553, lograron escapar y se
adentraron en el territorio que pronto sería conocido como Provincia de
Esmeraldas: no obstante la exaltación de esos personajes, la conciencia que la actual población
afrodescendiente posee de sus propios orígenes apenas consiste en una vaga
identificación con las hazañas de aquellos cimarrones elevados a la condición
heroica, sin que la referencia a la primigenia África llegue a calar de un modo
concreto en su memoria ni en su tradición. Más que mencionar a héroes
individuales cuyos méritos han sido magnificados en exceso por la
historiografía tradicional -Luis Vargas Torres, Carlos Concha Torres, por
ejemplo-, nos interesa resaltar las hazañas de héroes colectivos, como las
peladoras de tagua que, en 1915, reivindicaron sus derechos como trabajadoras,
o los pontoneros que, en pleno auge del banano, plantearon una huelga que
paralizó los embarques.
¿De qué manera esta obra se
relaciona con la literatura?
En el
capítulo IV se acomete el análisis de unos textos literarios que hemos
considerado claves para recrear la sociedad esmeraldeña de las décadas tercera
y cuarta de la pasada centuria: entre ellos destacan dos relatos de ficción -de
Adalberto Ortiz, uno, y el otro de Nelson Estupiñán Bass- que ejemplifican de
modo emblemático la utilidad de la literatura para la reconstrucción del
pasado, sobre todo cuando, como ocurre en el caso de Esmeraldas, escasean las
fuentes históricas o resultan de escasa ayuda las pocas existentes. Con apoyo
en esos escritos y en algunas producciones históricas de diversos autores
esmeraldeños se ha tratado de confeccionar un mosaico integrador de las
diversas comunidades étnicas que ocupan el territorio de la provincia:
afroesmeraldeños, mulatos, blanco-mestizos y cayapas
Finalmente, ¿qué opinión le merece la
filosofía y labor que desarrolla la Editorial Centro de Estudios Sociales de
América Latina?
Le diré
que, en el caso concreto que nos ocupa, la posibilidad de editar este texto en
formato electrónico, con libre acceso, permitirá una difusión incomparablemente
más amplia que la que han alcanzado cuantas investigaciones históricas sobre
Esmeraldas se han llevado a cabo hasta el momento. Por consiguiente, no tengo
sino palabras de agradecimiento y expresiones encomiásticas que dirigir a los
responsables de la editorial, que cumple un servicio invaluable. Piensen, por
ejemplo, en el número de lectores que se acercarán al libro durante estas duras
semanas de confinamiento, a causa del coronavirus, en tantísimas partes del
mundo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario