domingo, 1 de junio de 2014

El Patrimonio Documental de Machala: un llamamiento a su conservación

Dr. José M. Castellano Gil (PhD)
Programa Prometeo - SENESCYT

"Dedicado muy especialmente a todos los compañeros que desempeñan sus labores en los archivos del cantón Machala y al cuerpo directivo de esos centros documentales por su constante batalla en la preservación, conservación y en la esmerada atención que dispensan a investigadores y usuarios. Ellos son los verdaderos baluartes del Patrimonio Documental machaleño a pesar de contar con escasos medios y recursos". 

Estas breves líneas pretenden describir de forma muy somera la situación actual del Patrimonio Documental del cantón Machala con el único propósito de sensibilizar a los responsables directos, es decir a las instituciones Públicas, ante un "problema objetivo" para que adopten las medidas oportunas respecto a una adecuada conservación y recuperación del legado documental, con la finalidad de salvaguardarlo en las mejores condiciones posibles y transferirlo con garantías a las generaciones futuras como un elemento referencial de nuestro origen y evolución como pueblo.

El actual panorama archivístico en el cantón Machala, y por ende en la Provincia de El Oro, es extremadamente precario y alarmante. Esta afirmación no es gratuita sino que se evidencia de forma contundente en la inexistencia de fondos en sus dependencias. Machala, desde ese punto de vista, puede ser considerado como un municipio con una frágil memoria documental. Es verdad, que en estos momentos, la ciudad dispone de dos instituciones con espacios abiertos a disposición pública denominados como "archivos". Pero no es menos cierto que se caracterizan por un paupérrimo patrimonio documental. Esta valoración, fundamentada en el chequeo que hemos realizado a los distintos centros, también se puede constatar en la información recogida por el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural(INPC) en sus fichas correspondientes al Patrimonio Documental de Machala. Los motivos de esta inquietante situación son diversos y complejos, unos pueden ser comprensibles pero la mayoría de ellos son sencillamente injustificables. Pero eso, es otra historia.

El Archivo Histórico Municipal de Machala creado de forma oficial en 2007, aunque en funcionamiento desde el 2002 bajo la dirección del Soc. Galo Salcedo, está completamente desnudo y desmantelado. En la actualidad este centro tan sólo dispone de una colección del Diario El Nacional que va desde 1965 a 2000, algunos libros de consulta y un dossier de artículos de prensa sobre diversos aspectos históricos. No obstante, tenemos constancia que el Municipio cuenta con un pequeño fondo documental, custodiado por el secretario de la Corporación, que está sin inventariar, sin catalogar, sin acceso al público y en unas condiciones inadecuadas para su conservación. Ante esta situación sería muy recomendable que ese material fuera trasladado al Archivo Municipal para que se inicien las tareas consustanciales y propias de estos centros.

El reciente Archivo Histórico Provincial de la Casa de la Cultura de El Oro, creado el 12 de mayo de 2010, dispone simplemente de un fondo principal integrado por una colección de El Diario Nacional que va desde 1965-2012 y un soporte fotográfico digital, escaneado de publicaciones y revistas, que se acerca al millar de ilustraciones. Asimismo en sus dependencias está depositado una pequeña parte del Salón Documental Histórico del Consejo Provincial, conformado en su inmensa mayoría por recortes de prensa y un repertorio bibliográfico compuesto por 212 volúmenes de carácter muy generalista.

El Gobierno Provincial Autónomo de El Oro sencillamente no dispone de archivo de uso público, algo realmente incomprensible. Y tampoco cuenta, siquiera, con un archivo central administrativo. No dispone de personal y, evidentemente, tampoco de reglamento interno. En su sede actual se custodia exclusivamente documentación posterior a 2009, que está dividida o estructurada por departamentos. Su fondo anterior se encuentra depositado en su antiguo edificio y desconocemos absolutamente su sistema organizativo y estado de conservación. Junto a ello, debemos señalar, también, el infortunio que supuso la disgregación de los fondos que en su momento integraron el Salón Documental Histórico del Consejo Provincial, a principios de la década de los ochenta de la pasada centuria. Ese fondo fue creado, y expuesto al público, bajo la prefectura de Mario Minuche Murillo y durante la presidencia de Luis Serrano se firma un convenio con el Banco Central de Ecuador, mediante el cual esa entidad financiera se hacía cargo de la Biblioteca José Ugarte Molina (Puerto Bolívar), del Salón Histórico Documental y del antiguo edificio de la Gobernación, cuya planta baja fue acondicionada como sala de exposición permanente. Sin embargo, durante la prefectura de Franco Romero Loayza (1988-1992) este convenio fue revocado y los fondos repartidos entre la Casa de la Cultura, el Gobierno Provincial y otros fueron a parar a manos desconocidas. Igual suerte deparó a muchos de los objetos y documentos que integraron los dos intentos por consolidar unos centros museísticos en el Municipio. Ese material, difuminado y esparcido por quién sabe dónde, tuvo como final un destino oculto y clandestino.

El Archivo de la Gobernación de la Provincia de El Oro tampoco cuenta con archivo para uso del público. No dispone de personal, ni de reglamentación interna. El fondo que custodia se reduce exclusivamente a documentación posterior a 1998 y se encuentra en un cuarto con unas condiciones realmente lamentables. La documentación anterior, es decir desde su época de creación hasta finales de la década de los años noventa de la pasada centuria, que estaba depositada en su anterior edificio, sufrió las consecuencias de una inundación que azotó a la ciudad y su legado se perdió para siempre.

Los fondos documentales del Archivo Central de la Universidad Técnica de Machala tampoco están a disposición pública y sólo tienen una finalidad meramente administrativa. No cuenta con personal, ni reglamento. Tampoco están inventariados, ni catalogados. Los documentos del Archivo Central de la UTMACH, proveniente de la gestión rectoral, se encuentran encuadernados en su inmensa mayoría en un espacio reducido que presenta unas condiciones de conservación impropias. En cambio, la situación de los archivos de las distintas facultades varía sustancialmente: en unos, que cuentan con personal, los fondos están ubicados en estanterías con cierta lógica primaria pero sin criterios archivísticos y en otros predomina el concepto básico de almacenamiento y amontonamiento. En cualquier caso, ninguno de ellos reúnen los espacios y características esenciales para su clasificación y conservación. Evidentemente no están inventariados, ni catalogados y, en el mejor de los casos, están simplemente agrupados por años. En este sentido, sugerimos la creación de un verdadero "Archivo Central" universitario donde confluya toda la documentación generada por esta institución académica una vez haya finalizado la vida administrativa de los expedientes.

Para completar esta rápida visión sería interesante incorporar el conocimiento y estado actual de otros centros (como el archivo Catedralicio, los parroquiales, el del Colegio 9 de Octubre y los del Registro de la Propiedad, notarias, delegaciones provinciales y otras tantas instituciones como centros educativos, hospitales, etc.), cuya realidad desconocemos pero es más que probable que estén en plena sintonía con esa descripción general que hemos realizado.

Este panorama desolador, entre otras cuestiones, hace prácticamente inviable una mínima tarea de reconstrucción del proceso histórico del Municipio en un período tan cercano como es gran parte del siglo XX. Y no hablemos de las insalvables dificultades que nos encontraríamos  a la hora de abordar un estudio sobre las centurias precedentes. Esta es la dura y triste realidad archivística-documental del cantón Machala y de la Provincia de El Oro. Y desde esta perspectiva hacemos un llamamiento urgente a las principales autoridades de las distintas instituciones para que activen medidas inmediatas que subsanen esta penosa y delicada situación. Estas acciones podrían ir encaminadas en las siguientes direcciones: primero, dotar de personal cualificado que organice sus fondos a través de los procesos sistemáticos de inventarización y catalogación; segundo, aplicar medidas oportunas para su correcta conservación; tercero, poner a disposición publica sus fondos; cuatro, incentivar políticas, campañas y acciones de recuperación documental entre la ciudadanía; quinto, fomentar su difusión a través de ediciones y publicaciones; y sexto, celebrar cursos de capacitación y especialización profesional.

Asimismo, de forma paralela y complementaria, consideramos imprescindible la creación de un “Archivo de Fuentes Orales José Madero”(*), cuyo principal objetivo consista en rescatar la memoria histórica a través de las fuentes orales con la idea de contribuir a la reconstrucción histórica de la Provincia de El Oro ante las enormes carencias documentales existentes. Este centro archivístico debería orientar e implementar sus iniciativas a fomentar la preservación colectiva del patrimonio histórico cultural; a planificar y desarrollar proyectos de investigación; a rescatar testimonios orales mediante sistema de grabación audiovisual; a ofrecer sus servicios a investigadores y público en general; a incentivar campañas de promoción sobre la importancia de los testimonios o fuentes orales en la comunidad educativa y en el conjunto de la sociedad; a realizar congresos, jornadas, seminarios, talleres y eventos similares; a establecer vínculos de colaboración con centros similares e instituciones para el desarrollo de proyectos; integrar a un sector de la comunidad –los ciudadanos de la tercera edad– como actores indispensables de un proyecto de rescate de la historia local; y concienciar a la sociedad de la necesidad de revalorizar la historia local y los elementos identitarios.




(*) Nos atrevemos a proponer la denominación de este centro archivístico “José Madero” por ser una destacada personalidad machaleña que hasta el momento no ha tenido un reconocimiento público a la destacada labor realiza en el cantón Machala y muy especialmente como promotor entre otras cuestiones la construcción del Colegio 9 de Octubre.

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