(I)
Es un país donde sólo existe una cosa segura y es que
nada es seguro.
(II)
Una sociedad, consolidada en
agarrotados signos de sumisión, dependencia y obediencia, atrapada en el viejo
mal arte cotidiano, heredado del mundo colonial, personificado en el “sabido”,
que todo lo invade.
(III)
Un pueblo resignado a cargar el yugo despótico que es
capaz de alzarse contra el tirano, en un efímero instante violento no para
transformar el contexto sino para seguir los mismos sombríos pasos del pasado”.
(IV)
“Una Multiculturalidad e
Interculturalidad que, reglada desde concepciones teóricas y normativas, están
secuestradas, desde un plano pleno de desigualdades y por una imposición velada
(marginación social – globalización) que logra blanquear a las sociedades
originarias en un mestizaje integral (des)identitario”.
(V)
Una “sociedad circular” que
deambula como las agujas de un reloj en todas las direcciones posibles en
función al interés propio en cada momento.
Continuará
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