Agradezco, muy sinceramente, todas las felicitaciones que he recibido por el “Día del Maestro ecuatoriano”, aunque debo precisar que no soy maestro, pues me considero un alumno más.
Asimismo he de confesar que el mayor orgullo y satisfacción ha venido de algunas felicitaciones en las que me conceden el gentilicio de “ecuatoriano”, a sabiendas, por parte de los remitentes, de mi origen canario, aunque también es verdad que conocen perfectamente que ejerzo de ecuatoriano con modestia, con humildad y que me identifico plenamente no de boquilla sino a través de mi trabajo por esta tierra, como cualquier otro ecuatoriano honrado de nacimiento.
Y para aquellos que me llaman extranjero le dedico con mucho cariño esta canción de mi puño y letra con música del Gran Maestro PACO GODOY.
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