Luis Pérez Serichol |
Mil
imágenes, mil recuerdos e infinitos sentimientos me llevan a ti, amigo Luis del
alma.
Durante años compartimos un sinfín de vivencias que custodio como
mi gran tesoro. Compañeros en esas memorables batallas, que una tras otras
perdíamos, pero que no nos robaban el aliento por enfrentarnos con más convencimiento a la siguiente, como
si fuera la primera o la última.
Durante
años recorrimos con nuestra amistad todas las calles y callejones del viejo Aguere,
disfrutamos de aquellas tertulias quincenales, cada jueves, en casa desde las
19:00 h. hasta la madrugada; aquellas inolvidables sesiones de trabajos
conspirativos, aquellas reflexiones y análisis sobre la realidad social de
nuestra maltratada Canarias, nuestras frecuentes llamadas y los diversos e
imborrables espacios vividos.
Conocí
directamente Nuestra América a través de los relatos de tus viajes y que más
tarde intenté seguir tus pasos, recuerdo tu pasión por la lectura, rememoro tu
lealtad y compromiso por la lucha social siempre presente, una constante en tu
vida. Eras, eres y serás un referente modélico e integral para mí.
Hace ya
varios años que no hemos tenido la posibilidad de reencontrarnos pero,
afortunadamente, esos 7.352 km. que nos separan no nos alejó de cultivar ese
afecto inquebrantable que nos profesábamos.
Gracias
Luis, llevo con gran orgullo tu amistad, tu ejemplo de solidaridad, tu
sencillez que habla de tu grandeza, tu gigantesco carácter humanista, tu
esencia de luchador y tu espíritu libertario.
Tú,
Luis Pérez Serichol, un hombre bueno, seguirá viviendo entre nosotros por
siempre.
José Manuel
Castellano Gil
Cuenca (Ecuador) 30 junio de 2020
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