Cufuna Delsa Silva Amino
Cuando posteaba una información
respecto a las protestas en contra del racismo en mi Instagram me di cuenta que
esto trasciende más allá de un solo país. El caso de George Floyd no es un suceso puntual
sino un problema enquistado históricamente, presente desde hace siglos en
América Latina. Cualquier manifestación frente al racismo es una lucha contra
la opresión. Ya estamos cansado de las injusticias y discriminaciones.
Desde mi visión el racismo debe
afrontarse desde una posición colectiva pero también desde un compromiso
individual: desde que estoy haciendo, que estoy diciendo y cuáles son mis
acciones con respecto al “otro”, a las etnias y a las comunidades, con
el objetivo de construir una sociedad de igualdad, justicia y libertad.
Esta situación de discriminación nos
debe hacer reflexionar. Resultan llamativo estos incidentes cuando suceden en
países supuestamente desarrollados. Sin embargo, esa realidad está presente de
forma cotidiana en nuestra Región y nos debe dirigir nuestra mirada crítica a
lo que acontece en nuestro territorio.
De modo que invito a una profunda
reflexión sobre el trato que damos a los venezolanos, colombianos y a nuestros
propios compatriotas y, más claramente, a la comunidad “indígena” y “afro”.
Derribemos las fronteras, pensemos como humanos y actuemos como tales.
Tristemente llega un punto donde se dice "trabajaste como negro",
"esos indios". Expresiones que no deben justificarse desde la
tradición, ni del empleo de una broma porque su contenido encierra un
desprecio, el “otro” también existe, siente y piensa.
¡Soy negra! Sí. Y eso no me hace ni
menos ni más que otra persona ¡Tú eres blanco, mestizo, indio! Sí. Y te
respeto. Somos hermanos, tenemos los mismos derechos y muchas capacidades.
Todos somos diferentes y esas diferencias nos hacen únicos. En ese sentido,
revivo el mensaje de Nelson Mandela: "Que todos nuestros esfuerzos
demuestren que Martin Luther King tenía razón cuando dijo que la humanidad no puede
continuar trágicamente atada a la noche sin estrellas del racismo y de la
guerra".
Sueño con que llegue ese día en que
desterremos de nuestros pensamientos y del quehacer cotidiano todo acto y
comportamiento racista y xenófobo.
Me encantó es reflexión Delsa. Coincido plenamente. Cuando te leía, se me vino a la cabeza un concepto que acuñó un sociólogo francés, Pierre Boudieau, el de “violencia simbólica”, para describir esas formas de violencia sutiles, tan naturalizadas que, la hemos internalizado como prácticas corrientes. Sin lugar a dudas, para que el racismo sea erradicado se necesita una concientización colectiva que, parta de un esfuerzo individual reflexivo que nos ponga vigilantes con respecto a nuestras acciones y nuestro lenguaje, ya que muchas veces esconden esa “violencia simbólica”, y prácticas racistas muy sutiles, para con nuestros pueblos, naciones vecinas. Y obviamente debe ser un imperativo moral y global, si queremos construir un mundo mejor.
ResponderEliminar