Por: Fausto Aguirre
Miembro de la Academia Ecuatoriana de la Lengua
He aquí un Prometeo en Ecuador. Nuestro Prometeo responde a un distinguido nombre de José Manuel Castellano. Es un hombre que ha nacido para darnos la luz de nuestras propias realidades socioeconómicas, políticas, culturales, educativas que el común de mortales no lo ha podido ver con sensibilidad que pretenda cambiar las cosas y no entorpecerlas más agudas de las que se viven en las regiones ecuatorianas y fuera de ellas.
Como lo he dicho ya él ha nacido para transmitirnos con total sensibilidad y profundidad el significado de nuestras realidades. Este distinguido hombre, desde que ha pisado suelo ecuatoriano y ha hecho su vida en estos lares ha compartido su visión sociocultural y educativa especialmente a través de sendas publicaciones que materializan todos los quehaceres de esta cultura patria en procura de respetarlos, difundirlos y, sobre todo, ubicadas en un contexto latinoamericano y mundial nos permite despertar nuestra consciencia, de manera especial, por nuestras raigambres educativas.
José Manuel Castellano. Doctor en Historia por la Universidad de La Laguna (España) con la máxima calificación de Cum Laude y Premio Extraordinario de Doctorado. ExDirector de Museo y autor de casi medio centenar de libros y más de un centenar de artículos, tanto en revistas especializadas como generalistas, coordinador de diversas publicaciones, ha impartido diversas conferencias, cursos especializados y ha participado en más de medio centenar de Congresos de carácter nacional e internacional. Ha obtenido diversos premios de investigación de rango nacional e internacional. Ha sido miembro de diversos proyectos de investigación financiados por el gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, la Comisión Interministerial de Ciencia y Tecnología del gobierno de España y de la Unión Europea. La Asamblea del Poder Popular de la República de Cuba le otorgó la “Distinción por la Cultura Nacional cubana” (2000) por su contribución en temas históricos y culturales. Y ha formado parte del Programa Prometeo como investigador (2013-2014) y la Dirección Provincial de Cultura de El Oro (Ecuador) le concedió la “Presea Filantropía Cultural” en 2015 y en junio de 2022 el Consejo Universitario de la Universidad Católica de Cuenca le concede un reconocimiento por su contribución en el mundo editorial. Ha sido ExCoordinador de Investigación, Profesor Titular de la Universidad Nacional de Ecuador; profesor de posgrado en la Universidad Tecnológica Indoamérica; docente de la Universidad Católica de Cuenca; y es miembro de la Academia Nacional de Historia de Ecuador; miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín Carrión Núcleo del Cañar, Editor-Jefe de CES-AL y Director de la Tribuna Internacional La Clave.
Con esta pequeña nota bio bibliográfica de nuestro intelectual, quiero destacar muy brevemente algunas especificidades de sus libros de los cuales tengo conocimiento muy ligero. En este plano están Entre Canarias y Ecuador (2019) Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina. Libro de prólogos, su huella académica de Canarias y Ecuador.
Otro libro suyo lleva por nombre Crónicas desde Ecuador (2020) Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, el prologuista Manuel Ferrer Muñoz, en una de las partes pertinentes anota: “Y es que José Manuel Castellano no sólo posee la visión del historiador y una extraordinaria capacidad de análisis, que le permiten escudriñar hasta los últimos detalles de cuantos libros y documentos caigan en sus manos: esas excelentes cualidades operan en su caso al servicio de un elevado concepto de su profesión de investigador y docente universitario, que es asumida como un ejercicio de compromiso social, y no como simple develamiento de curiosidades, caprichosa recapitulación de hechos pretéritos o mera repetición de socorridas lecciones magistrales.”
Una tercera publicación dentro de este orden, tenemos Crónicas desde Ecuador II (2021) Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, prólogo de Édgar Palomeque Cantos. Palomeque, por su lado, escribe: “Hablando del Escritor, reconocemos su ideal y devoción a la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, su trabajo incansable de apoyo a las letras, a la creación y el pensamiento, que simboliza una puerta ancha y extensa en abrazo de comunicación con los lectores a través de las páginas virtuales… comprometidas con todos, diré, un refugio seguro para la creación. La fecundidad de las páginas del libro nos lleva a un nuevo espacio, vinculado pero diferente, nos toca hablar de libros y escritores, que al leerlos impresionan gratamente dejando recuerdos en la memoria, que despiertan el juicio crítico, la reflexión equitativa o simplemente lo más buscado, el deleite de sus páginas; así continuamos por este enigmático descubrimiento de todos y cada uno de los creadores de magia, ilusiones y propuestas coherente. En esta parte me anima referirme a Jorge Luis Borges: “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullece las que he leído”.
Querido lector, tiene en sus manos y ante sus ojos para saborear riquísimas informaciones, contundentes análisis, serios y profundos mensajes, descripciones científicas de la realidad circunstancial y del mundo en una obra, la tercera entrega de José Manuel Castellano: Crónicas desde Ecuador III (2022), Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina. Entrega en la que el español al margen de su extranjerismo europeo, sabe lucir su criterio de educador de talla, de profunda convicción de su profesión al servicio de las más altas causas de la sociedad, porque al estilo de su compatriota José Antonio Marina, sabe cómo maneja los constructos y los caminos de las epistemologías de la educación.
En Ecuador, de cara a José Manuel Castellano, el educador, el escritor, el ensayista, el difusor de la cultura humanística, es procedente utilizar la oración gramatical Confieso que he vivido –nombre del libro de Pablo Neruda- con toda la entereza de nuestra persona para evidenciar que no hemos demostrado mayores capacidades como observadores de las políticas educativas, culturales, investigativas que se manejan en suelo ecuatoriano, a diferencia de lo que hace y pronuncia José Manuel con solemne fluidez verbal, por lo que nada le resulta difícil escoger y seleccionar una u otra palabra para saber llegar a los estamentos lectores, solo con el claro objetivo de transmitir todos los equivalentes de la comprensión comunicativa.
José Manuel Castellano es un educador universitario, investigador, comunicador, periodista, expositor, conferencista, y juega su vida con total talante y talento de cara a sus objetivos profesionales.
Hoy, para ponerse a escribir ante el público, hay que disculparse previamente por la petulancia que esto supone, y la única disculpa válida es la de contar y andar que es la función del periodista. Los literatos, a la lírica, épica, al himno, novela, al cuento o al teatro; los ensayistas, al folleto o a la revista. El reportaje había ido introduciéndose lentamente desde principios del siglo XX. La voluntad del lector, que desde el movimiento naturalista profesa por el documento simplemente verdadero un gusto muy vivo, ha sacado al hombre de esa oscuridad en que vegetaba el reportaje que remonta desde los bajos fondos del periódico a la superficie.
Pero eso sucedía en prensas más avanzadas, porque en determinadas patrias de Europa, como lamentaba, todavía como consecuencia de la larga y no todavía remota preponderancia del periodismo de ideas, se considera más al articulista que al reportero cuando fuera de aquí, concediendo a la información ser el alma del periodismo, el reportero es el que tiene más consideración y abogaba por desterrar ciertos prejuicios que hacen desdeñar la labor del reportaje a los que saben escribir mejor, dejándola en manos de los que empiezan.
Aquí está José Manuel Castellano que ubicado en las labores de su rango profesional, superando todas aquellas limitantes que nos impone él o los otros, ha sabido construir entregas de artículos breves, ensayos, reportajes, noticias culturales, estudios, avances de entregas científicas e investigaciones, porque conoce él que solo compartiendo ideas, pensamientos, debates, discusiones existe aquel hecho cultural.
