Realmente estoy muy
agradecido por el generoso acompañamiento que me ofrecen con su asistencia a este
acto y, muy especialmente, a los que han participado hasta este momento, a Carlos
Pérez, por su prólogo y presentación, al tiempo, que aprovecho la oportunidad
para felicitarte por ese reconocimiento de la Universidad Católica, a tu
trayectoria como pionero del Cine en Cuenca, con la resolución de designar al Festival
de Cortometrajes El Farol con tu nombre,
"Carlos Pérez Agustí"; a mi querido y estimado amigo Aurelio Maldonado
por ese hermoso regalo poético, impagable; a José Luis Rodríguez y a su equipo
de CINE-PRO-U de la Universidad Católica de Cuenca; a mis tres alumnas,
Verónica, Johanna y Camila; a mí apreciado amigo y colega Iván Petroff, autor
de la ilustración de la portada, el Diablo Huma; a mí exalumna, nuestra moderadora,
Laura; a esas dos lindas voces, Ana y Alicia.
Gracias, gracias y
gracias.
Para mí, una parte muy
importante de este libro, es su dedicatoria, que va destinada a Ana Violeta Renshaw Quintero, la Diosa de mis sueños y mi luz de vida.
Gracias Ana, por todo y por tanto.
Evidentemente, no voy
a hablar sobre “Crónicas desde Ecuador (IV)”, porque creo que son ustedes, tras
su lectura, los que tienen la palabra, aunque si comentaré simplemente que este
libro, como su serie, aglutina un conjunto de reflexiones sobre temas y
aspectos que me preocupan como investigador, como docente, como ciudadano y
como amante de las manifestaciones culturales. Por tanto, aspectos diversos y
variados recorren los rincones de este librito.
Una segunda característica
es que combina tres soportes: textos, fotografías y audio visuales.
En síntesis,
podríamos decir que este libro es un registro de actividades y de reflexiones
acumuladas a lo largo de estos doce últimos meses, como punto de partida para
una confrontación de ideas con la finalidad de un enriquecimiento mutuo, que
nos debe conducir a abrir nuevos horizontes, a través de un componente
humanista en la construcción social, tan necesario, imprescindible y urgente en
este momento histórico tan convulso y preocupante, que parece anunciar un
futuro del que, al menos, a mí no me gustaría formar parte. El hombre y la
mujer han dado la espalda a la mujer y al hombre, a su esencia de valores en
todas las manifestaciones y relaciones sociales.
Debemos repensar
hacia dónde nos dirigimos, cómo nos dirigimos y para qué nos dirigimos.
Pensar, pensar y
repensar para actuar, hasta divisar y alcanzar el horizonte de nuestras utopías,
para levantar los pilares y consolidar un bienestar colectivo y general, que
cultive lazos solidarios, cuidar y respetar la diversidad natural y cultural,
acabar con las guerras, el hambre, los desequilibrios, con el pensamiento
único, los abusos y las distintas modalidades de explotación y construir
especialmente desde la base, desde nuestros jóvenes, valores y esencias
humanistas que nos permitan crecer en plena hermandad.
Sueño con esas ideas
desde el campo de la investigación, desde mi actividad docente y como ciudadano
de a pie. Son cuestiones que me preocupan y que intento abordar, reflexionar y
testimoniar a través de estas páginas. Otra cosa distinta es que lo consiga,
pero al menos es un intento y un compromiso.
Sueño con esas ideas
y como decía Jorge Luis Borges “Claro que creo en los sueños. Soñar es
esencial, puede ser la única cosa real que exista”.
En fin, creo que los verdaderos
protagonistas de esta noche son ustedes, por tanto, a partir de este momento, con
plena y total libertad, tienen la palabra.
Termino, simplemente,
reiterando mi gratitud a todos.
José Manuel Castellano
Cuenca (Ecuador) junio 2023
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