Recientemente la Asociación de Fútbol Inglés (FA) acaba
de abrir expediente sancionador al futbolista Cavani, integrante del Manchester
United y de origen uruguayo, por una supuesta actitud racista al enviar un
mensaje de agradecimiento, a través de Instagram, a un amigo que encabezaba con
un “Gracias negrito”.
Al parecer esa expresión ha generado una conmoción social en esa “isla”, que se cree continente y centro del mundo. Sin embargo, la Academia Argentina de Letras ha salido al paso para darle un buen repaso, al indicar que esa expresión, tal y como recoge el Diccionario de la Lengua de la Argentina, tiene una acepción coloquial de confianza y afectividad, además, de acusar a esa Asociación futbolista de racismo cultural y etnocentrismo.
Por el contrario, esa sociedad de ese Reino Unido no se indigna, ni se avergüenza por ser el segundo país exportador de armas a nivel mundial, después de EE.UU., con un volumen total anual de 14 mil millones de dólares (que viene a representar casi la mitad del presupuesto del gobierno ecuatoriano y una cuarta parte del dinero que se asigna a Educación en este país andino). Material armamentístico que va destinado principalmente a países donde no están garantizados precisamente los Derechos Humanos y cuyas armas quitan la vida (matan vilmente) a millares de inocentes ciudadanos, incluidos, niños y niñas. ASESINOS. Y esa España socialista y "podemista" tampoco se queda atrás, pues es el séptimo país en el ranking mundial de venta de armas, al menos, en su modalidad legal.
Este tema da para mucho, pero tampoco es
cuestión de desperdiciar mi preciado tiempo en cuestiones evidentes, ante los
cuales la ciudadanía mundial prefiere cerrar sus ojos y tapar sus oídos. Pero
para concluir, reto a los lectores inquietos a que indaguen, en esas sociedades
caracterizadas por una alta presencia de diversidad étnica, el porcentaje
actual de representantes políticos cuya piel no sea blanca como la leche, tanto
en el Reino Unido en su Cámara de los Comunes o en la Cámara de Lores, como en
el Parlamento o en el Senado español. HIPÓCRITAS. SINVERGÜENZAS.
No hay comentarios:
Publicar un comentario