“La educación es un acto
de amor, por tanto, un acto de valor”
Paulo Freire
Intervención de Paola Erráez |
Dr. José Núñez, Director
de la Academia Nacional de Historia, estimados miembros de esta centenaria
institución, Dr. Edgar Palomeque, Director de la Casa de la Cultura Benjamín Carrión
Núcleo del Cañar, Dr. José Manuel Castellano, docente titular de la Universidad
Nacional de Educación UNAE y miembro de esta distinguida Academia, estimados
integrantes de la mesa, queridos autores y autoras, público presente, reciban
Ustedes un afectuoso saludo de quien les habla.
En primer lugar, quiero expresar
mis más sinceros agradecimientos por la oportunidad de co-presentar este libro,
en un lugar tan especial como es: La Academia Nacional de Historia del Ecuador,
junto con personalidades tan relevantes. Para mí, como alumna de tercer ciclo
universitario este momento está cargado de significado y conlleva una gran
responsabilidad, sin duda nada frecuente, pero que agradezco inmensamente e
intentaré estar a la altura de las circunstancias. Mi gratitud al Dr. José
Manuel Castellano por haberme propuesto este reto.
Este libro titulado “Aproximación a la educación ecuatoriana 2000-2018: relatos de historias de vida en contexto educativo por estudiantes universitarios”, tiene por objetivo recopilar las vivencias y experiencias de jóvenes que han pasado por una larga trayectoria dentro de las aulas de clase, jóvenes como Ustedes y como yo, que han luchado por transformar la sociedad y que ahora están confiando en sus capacidades, aptitudes y actitudes de revolucionarios, en el buen sentido de la palabra.
Ellos han sido testigos de una
educación tradicional, que hasta la actualidad sigue vigente en las escuelas,
colegios y universidades de nuestro Ecuador, una forma de enseñanza centrada en
el aprendizaje memorístico, más no en el afán de formar a personas capaces de
pensar, reflexionar y emitir juicios críticos. Como menciona Jean Piaget, “el
objetivo principal de la educación es crear personas capaces de hacer cosas
nuevas, y no simplemente repetir lo que otras generaciones hicieron”.
Esa es la misión más grande de
todo educador, una misión difícil, pero no imposible de realizar, donde el
único requisito es tener una mente positiva y concebir la idea de que mediante
la educación se puede transformar el mundo.
Cada historia plasmada en este
libro es totalmente diferente, sin embargo, muchas de ellas coinciden en varios
aspectos referidos a la educación tradicionalista. Es por ello, que estas
historias de vida permiten visualizar el proceso que ha atravesado el sistema
educativo ecuatoriano en las últimas décadas. Además, están presentes varios
momentos de la vida personal de estos jóvenes, momentos tristes que han tenido
que afrontar, como la pobreza, la precariedad, la falta de apoyo, etc...
Problemas que todo estudiante ha
pasado durante su vida académica, no obstante, aquí se ven reflejados varios
ejemplos de lucha, superación y resiliencia, puesto que han sabido sacar
provecho de las situaciones negativas, llegando así a cumplir los sueños, las metas
y las aspiraciones más deseadas.
A continuación me permito citar un
fragmento de la presentación del libro, realizada por el literato Darío Jiménez, que dice: “Es
importante reconocer que en la configuración de estas historias de vida se
imbrican procesos educativos y de desarrollo más complejos de sistematizar,
pues responden a múltiples dinámicas y a contextos diversos, donde mostrar lo
que debe atravesar un ser humano en su proceso formativo es una tarea que aquí
se torna esencial”.
Con esto pretendo decir que cada educando
es un mundo diferente y que los contextos en que se desarrolla de una u otra
forma influyen en su proceso educativo. Gracias a la decisión que han tenido
estos estudiantes para escribir su historia, se han detectado problemáticas que
están inmersas en los salones de clase y que los estudiantes sufren
diariamente, tales como el rechazo, la discriminación racial, la adaptación a
un determinado medio, las adicciones, entre otras. Situaciones preocupantes, y
en ciertas ocasiones difíciles de detectar, pero que gracias a estas
referencias se pueden buscar estrategias que ayuden a combatirlas.
El libro también está basado en un proyecto de aula enfocado en
una investigación realizada a partir de las experiencias obtenidas en torno a
la reconstrucción de la historia de vida de una persona en específico, teniendo
como punto de partida su vida académica. No obstante este micro proyecto se
inserta en otro de mayor alcance que se encuentra en fase de elaboración: recabar
datos e información que permita conocer cómo ha sido el sistema educativo
ecuatoriano en otras tres últimas generaciones denominadas: la generación de nuestros abuelos, la generación de nuestros padres y la generación de nuestros hermanos
desde una doble perspectiva: docentes y alumnos. Gira alrededor de los
conocimientos adquiridos en la asignatura de Investigación Acción
Participativa, bajo la guía del Dr. José Manuel Castellano Gil, docente
investigador de la Universidad Nacional de Educación (UNAE), quien propuso este
proyecto como forma de comprender la realidad y los conceptos básicos mediante
la práctica y la acción.
Para la realización de esta investigación se utilizó una
metodología cualitativa conocida como Historias de Vida, que según Chárriez
(2012) es “la forma en que una persona narra de manera profunda las
experiencias de vida en función de la interpretación que ésta le haya dado a su
vida y el significado que se tenga de una interacción social”. Para ello se
hicieron 3 sesiones de entrevista más una sesión previa; se tenían que entregar
los audios junto con la transcripción literal de cada sesión. Terminada esta
etapa se realizó la defensa de cada historia de vida ante un tribunal,
conformado por un Presidente, un Secretario y un Vocal, quienes se rigieron a
una rúbrica de evaluación preestablecida.
Por último se entregó la reconstrucción de la historia de vida,
acompañada de soportes gráficos como: fotografías, vídeos, etc.
Realizar una historia
de vida es una experiencia muy gratificante, puesto que se aprende mucho de la
vida de una persona y en este caso se pudo conocer cómo ha sido la evolución de
la educación. Además, quienes realizamos la historia de nuestros padres,
aprendimos a valorar el esfuerzo que ellos hacen día a día por darnos lo mejor.
Estas vivencias marcan la vida y dejan una enseñanza
única, que es el entender y valorar todo lo que han hecho las generaciones
pasadas para que nosotros podamos estar aquí, para que seamos seres libres y
que podamos expresarnos ante la injusticias sociales sin temor a ser
perseguidos. Como Paulo Freire decía:
“mirar el pasado sólo debe ser un medio para entender con mayor claridad qué y
quiénes somos, para poder construir de forma más inteligente el futuro”.
Como sociedad del
nuevo milenio y aún más, como futuros educadores tenemos que estar bien
preparados para combatir todo acto que vaya en contra de la verdadera educación
y que mejor si lo hacemos conociendo la realidad en carne propia. También,
tenemos que ser capaces de luchar contra los sistemas rígidos que tratan de
imponer un modelo de estudiante perfecto, puesto que no podemos cerrar los ojos
y los oídos ante la verdad de que existe una gran diversidad de pensamientos y
formas de ver el mundo. Para definir esto con mayor claridad, citaré las
palabras del Dr. José Manuel Castellano que menciona “uniformar
la educación es uniformar la sociedad.” Palabras sabias que nos hacen
reflexionar sobre las cosas que se deben cambiar en el sistema educativo.
Para finalizar con mi
intervención, quiero dar las gracias una vez más al Dr. José Manuel Castellano
Gil, docente de excelencia, quien nos acompañó a lo largo de este camino,
enseñándonos que todo se puede lograr si se trabaja con constancia y
responsabilidad. Gracias por haber sido nuestra guía y habernos tenido paciencia,
de Usted nos llevamos las experiencias más grandiosas.
Gracias infinitas a la Academia
Nacional de Historia y a su director por habernos abierto las puertas de esta
noble institución y brindarnos esta gran oportunidad.
Gracias a todos por estar acompañándonos
en este día tan especial para nosotros como estudiantes, pues es un privilegio
compartir con Ustedes todo lo que hemos aprendido y desarrollado durante estos
meses, meses de arduo trabajo que hoy reflejan sus frutos, felicitaciones a
todos los compañeros por este excelente trabajo.
Recordemos que “educación es lo
que queda después de olvidar lo que se ha aprendido en la escuela”. Albert
Einstein
Muchas gracias.
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