Ana Erazo
Nacido en
la tierra de los tres Juanes, heredero del pensar libertario de Juan Montalvo y
sus proclamas, continuador de la vena profunda del sentir de Juan León Mera,
reúne en su vida vertientes que le dan un carácter apacible, quizá por el paso
de los años, por la acumulación de experiencia y del reflexionar en soledad,
como ejercicio del ser que profundiza en su interioridad y desde allí intenta
acercarse al trabajo de los otros.
En lo
poético, su trabajo ha sido meditado, reflexivo y emancipador. Se da a conocer
de manera amplia, es decir, ingresa a las páginas de la poesía ecuatoriana por
la puerta grande. Su poema Lázaro Condo, está basado en la crónica escrita por
Monseñor Leónidas Proaño en 1974, esta publicación llegó a manos de Galo; luego
de su lectura nació el poema dedicado a Lázaro Condo, líder indígena de
Chimborazo, uno de los conductores de las tomas de haciendas en la década del
70. El libro se publicó en 1983, en los Taller Gráficos El Heraldo de
Latacunga. Este libro lo lanzó a la fama, en la librería de la Universidad
Católica de Quito se agotó la edición.
Lázaro Condo, quien como dicen en la comunidad “Murió como corderito”, fue
asesinado por las fuerzas del orden, esto conmovió a Galo y lo perennizó, quizá
en la línea de Cesar Dávila Andrade o los grandes realistas sociales.
Trabajador
infatigable, dueño de un ardiente territorio poético, donde el juego de
imágenes está de manifiesto con colores de arco iris, en búsqueda permanente de
la perfección en la utilización del lenguaje preciso, como el colocar la piedra
angular en sitio adecuado; todo ello, lo ha ubicado, merecidamente en un sitial
privilegiado en las letras nacionales.
Galo
Rodríguez hurga en la historia para reconstruirla, para animarla desde el
lenguaje poético, personajes y mujeres son el motivo que mueve para hilvanar
los versos que reivindique las acciones de los seres humanos.
Luego
vendrá el libro “Poesía” en 1988, que recoge un conjunto de poemas producidos
durante varios años.
“Homenaje a los días sin nombre”, compilación de poesía,
apareció en 1994, fue publicado en la Casa de la Cultura Ecuatoriana Benjamín
Carrión, dentro de la colección Pachacama.
“Péndulo de la vida”, es una compilación de
comentarios y cartas respecto del libro Homenaje a los días sin nombre.
“Manuelita una historia de amor y
otros poemas”,
aparece en el 2006, como hecho de vida, para prolongar su existencia como la
heroína y reivindicar su imagen de libertadora en el contexto latinoamericano.
El discurso del arte, una obra de valores
como ante sala a Filosofía del Arte que hoy se presenta, es un homenaje a Luis
Espinoza con quien preparó y fue su cómplice para armar las páginas de este
libro profundamente meditado.
Empezó en
la escritura a los 12 años, su naturaleza estuvo llamada a situarlo en el
camino de la creatividad; Galo es un escritor de toda la vida. Un lector de
toda la vida.
Ha vivido
de los Servicios Industriales, de ello se ha alimentado, eso ha sido su fuente
de trabajo e ingresos.
En Quito, la
ciudad Luz de América, sus textos encontraron lectores y es en donde han sido
reconocidos sus libros. La ciudad se transforma, los seres humanos también se
transforman, en este espacio encontró otras formas de escritura.
Entre más
grande es la cuidad más grande es el pensamiento del hombre y mayores son las
posibilidades de relacionamiento, es más amplio el horizonte para debatir,
dialogar, para crear y meditar. Así, entre veredas y calles de asfalto Galo
Rodríguez nos trae su libro Filosofía del Arte, como obra culminante de su
pasión por adentrarse en el espíritu de las obras artísticas.
Nuestra enhorabuena apreciado Galo.
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