Te esperé para que me enseñaras el mundo
desde una mirada
diferente
en busca de un nuevo
renacer
pero nunca te
encontré.
Te busqué entre las multitudes,
en mil caras
diferentes,
cautivas del día a
día,
y al final llegaste sin
tenerte.
Aposté por los hijos
de todos,
como si fueran de mi
propia costilla,
con el anhelo de sepultar
el pasado,
para dar luz a un nuevo ciclo.
Estamos a
tiempo de emprender esa travesía
que nos concierne a
todos,
a pesar de los innumerables
fracasos cosechados,
todavía estamos a
tiempo de reencontrarnos.
No será fácil pero sí
será posible,
tan solo despojémonos
de la oscuridad, rompamos nuestras cadenas,
arrojemos egoísmos, avaricias
e indiferencias
para revestirnos de
humanidad sincera.
El futuro nos espera.
José Manuel Castellano
Cuenca (Ecuador) septiembre 2022
Muy hermoso por la profunda experiencia de alguien que aprendió a dar vida y darse por completo hasta desaparecer para que el futuro sea fecundo y abundante. Felicitaciones a su autor, muy versado en la poesía y la escritura académica. Un gran gran abrazo José Manuel Castellano.
ResponderEliminar