Atlanticidad. Foto: JMCaste. |
De olla podrida, burgalesa medieval,
a Sancocho grancanario renacentista,
navegó entre mis islas y avistó nuevos
horizontes,
al cruzar el Atlántico de la mano isleña.
Plato Santo, santo bocado,
pescado de la mar salado,
de la tierra, papas y dulce batata,
cocido a fuego lento,
cazuela que canta y recita rítmicos versos de
sabor,
que explosiona con su colorido mojo, verde o
rojo,
acompañado de la ancestral pella de gofio.
Sancocho, Santo canario,
suma de cruces de pueblos,
sublimes aromas de la mar y la tierra,
celestial sencillez y universal canto.
José Manuel Castellano
Tenerife (Islas Canarias) septiembre
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