Educación exige aprender otras lenguas -incluido el inglés- pero sin maestros preparados.
Ruth Moya es una investigadora absoluta
en el tema de las lenguas. Es autora de una obra de gramática de la lengua
zápara en kichwa y castellano. También de un diccionario trilingüe zápara,
castellano, kichwa, y finalmente escribió una etnografía con enfoque
metodológico en la etnolingüística, donde reflexiona sobre el rico mundo
cultural del pueblo zápara.
Esto le permite a Moya ser una
conocedora de las lenguas nativas y, en el marco del Día Mundial del Patrimonio
y tomando como eje la declaratoria de la ONU del 2019 como Año Internacional de
las lenguas, Ruth Moya comparte una entrevista sobre lo que significa hoy en
día el trabajo en favor de estas lenguas.
¿Hay fórmulas para preservar las lenguas indígenas?
Fórmula no hay, lo único que
pasa es que como es un fenómeno social, cuando no están comprometidas las
familias, padres, abuelos, en fin, no hay manera, pero lo que sí puedo decir
que en la conservación de la lengua tiene que ver mucho con el orgullo
identitario; si tienes el orgullo de ser lo que eres, vas a tener orgullo de tu
lengua y de otras manifestaciones culturales. El problema es que en Ecuador y
otras partes del mundo las lenguas no están en una situación de igualdad ni de
equilibrio; entonces lo que se suele llamar diglosia que no es un bilingüismo
donde unas lenguas son dominadas y otras son dominantes, y esto no es por arte
y naturaleza de las lenguas sino por la situación de desigualdad de sus
hablantes, entonces todos estos fenómenos de las lenguas tienen relación con la
precariedad de la situación social, educativa de pueblos que están en
condiciones de subordinación.
¿Cómo influye el sistema educativo en este fenómeno?
El problema es que, si bien
se reconoce en la constitución del 2008, incluso las lenguas de relación
intercultural, sin embargo, esta declaración de principios no está acompañado
de una propuesta de institucionalización de ciertas políticas educativas que
favorecieran el bilingüismo; pero no solo eso, sino tienes maestros que te
puedan enseñar como primera o segunda lengua, sino se desarrollan materiales
educativos, sino se crean elementos, condiciones de sensibilidad, valoración y
aprecio a las lenguas, es letra muerta; y en la vida misma de las instituciones
escolares, las lenguas vernáculas, en las pocas instituciones donde se enseñan
están arrinconadas, les ponen dos horas a la semana y el viernes, con lo cual
nadie aprende nada, como para que mueran; hay muchos errores y, la otra cosa es
que no hay el suficiente número de maestros bilingües en condiciones de usar
las lenguas en las instituciones educativas bilingües como tales.
¿Dejar la comunidad es una causa para que estas lenguas se
pierdan?
Sí y no. Sí, porque en toda
América Latina tenemos unos enormes fenómenos de desplazamientos a la ciudad,
pero no en todas las ciudades donde están los indígenas se pierden las lenguas.
En Lima, hay más de un millón de quechuas que conservan en gran medida la
lengua, claro que la ciudad es un factor de disolución de lazos culturales
identitario, pero un poco depende de los lazos familiares, de proyectos
sociales, incluso de cuestiones de carácter económico para reproducir la lengua
y la cultura, pero siempre uno imagina que dado los fenómenos de urbanización
de América Latina es imposible pensar que las lenguas solo se pueden contener
en un espacio rural comunitario. Entonces tenemos que pensar que
inevitablemente el fenómeno de la urbanización se va a desarrollar y expandir.
¿El mundo de la globalización perjudica a las lenguas nativas?
La globalización es una
expresión del desarrollo capitalista, en qué medida la forma de vida
capitalista incide en nuestras formas, diría que en múltiples aspectos y
también en ciertos niveles de homogenización cultural, también hay otro factor,
que los únicos que se pueden globalizar en un sentido preciso son los que
tienen los medios, la riqueza, el conocimiento y el poder; y los que somos
países, familia individuos pobres, de foca movilidad o movilidad extrema pero
en condiciones de absoluta subordinación, entonces puede ser un factor en
contra, entonces lo que pienso es que los pactan un proyecto político en la
conservación de las lenguas son los sujetos sociales organizados en sus
derechos, porque si no, no hay manera de salvar una lengua.
¿Es cuestión de políticas educativas, culturales el preservar
las lenguas?
Claro, por cierto, hemos
hecho muchos avances en términos de la normativa, tenemos lenguas de
integración cultural que están en la constitución, los modelos educativos dicen
que promueven, por lo tanto, el bilingüismo, el Sistema de Educación
Intercultural Bilingüe se dice que se trata de que las lenguas originarias son
lenguas de educación no es solo para prender la lengua sino aprender la
botánica, la historia, la cultura; eso dice la norma; pero la vida dice otra
cosa, porque habido una forma muy homogénea de formar maestros sin dar la
precisa atención para trabajar metodologías de cómo utilizar la lengua para
adquirir conocimientos del mundo escolarizado y tampoco tenemos muchos maestros
con la capacitación necesaria para saber que metodologías usarse, cómo enseñar
en un contexto bilingüe dos lenguas, reconociendo cual es la lengua materna,
lengua segunda o una lengua introducida.
¿Los hispanohablantes se interesan por aprender otras lenguas
nativas?
Sí. Por eso decía que se
debería hacer una verdadera política lingüística una propuesta educativa que
debería facilitar el bilingüismo para todos, pero resulta que los únicos
bilingües tienen que ser los indígenas, con su lengua y el castellano; las
exigencias del sistema educativo son que aprendan otras lenguas incluido el
inglés pero sin tener los suficientes maestros preparados para procurar ese
tipo de bilingüismo preparado activo que permita el uso de las lenguas de
manera oral y escrita para todos los dominios y conocimientos de la estética del
arte y de la economía. (BSG)-(I).
Fuente: El Mercurio 20 de abril de 2019
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