Brígida San Martin
El escritor y catedrático acerca a su obra, a la razón de ser de sus versos |
Sábanas Resucitadas” se estructura con poemas que
rozan en lo sucinto, poemas que tienen muchos silencios. La intención del
autor, Juan Fernando Auquilla, es que el lector se reconozca, entre y se
sienta parte de ellos.
Cuando Juan refiere a su poemario, recién publicado
por la Editorial Centro de
Estudios de América Latina en versión digital, lo concibe
como una obra de largo aliento, un libro que puede ser leído
de una, a verso seguido o independientemente.
En el prólogo poético de Catalina Sojos, se lee: “El
texto convoca al placer y a las saudades. Directa y fugaz, la voz poética juega
con nuestra mirada para sembrar erotismo y goce estético”. De las palabras del
escritor se sabe que “la mayor parte de este libro recoge el leitmotiv
de los fantasmas, del recuerdo, de la separación, pero también de la idea
erótica, del amor, de la complementariedad”.
El encanto de esta última propuesta de Auquilla es que
se la puede ver como un texto de largo aliento, pero al mismo tiempo como
pequeños fragmentos, con estrofas pensadas y escritas de forma muy
independiente entre unas de otras.
Palabras enriquecidas con el trazo de Rafael Martín
Cantos, ilustrador español, que atrapa el instinto, la intención literaria
y comunicativa de Fernando, quien propone versos cortos que, en parte,
conjugan, responden a esa idea contemporánea de lo simple, de lo rápido. Versos
sucintos, minimalistas que abre la posibilidad de hacer y tener múltiples
lecturas.
Kelly Loaiza Sánchez, directora de la colección Taller
Literario, ve en “Sábanas Resucitadas”, una composición de versos
cargados de sentimientos, que permiten al lector mediante la figura de
los “fantasmas” transitar por el camino de los recuerdos.
Hay que leer la obra para conocer sus riquezas, poemas
pequeños trabajan sobre la imaginación, sobre la recreación imaginaria.
(BSG)-(I).
Fuente: El Mercurio, 22 de junio de 2019
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