miércoles, 25 de marzo de 2020

BREVE REFLEXIÓN SOBRE UN POSIBLE NUEVO ORDEN INTERNACIONAL

Resulta obvio que la actual afectación pandémica ha generado una crisis integral. Se percibe, y se constata, una intensa inestabilidad y una profunda transformación. El golpe recibido en su estructura económica ha hecho tambalear la hegemonía mundial y está abriendo una brecha muy sugerente en el mundo de las mentalidades. Se comienza a reflexionar sobre los pilares forjados por ese modelo occidental, imperante hasta el presente pero hoy herido de muerte, y se cuestiona más abierta y lúcidamente sobre sus valores, modos de vida, relaciones productivas, sociales y medioambientales. Igual es un leve susurro efímero o, por el contrario, puede que sea el germen de una nueva sociedad futura, quien sabe.
En cualquier caso, independientemente del desenlace, es muy probable que nos encontremos en los albores de una nueva etapa histórica, a la que le tocará definir su nueva estructura social, económica y política, bajo el sello de una nueva hegemonía internacional.
Al calor de los acontecimientos actuales parece que pierde fuelle a peso agigantado EE.UU., superada ampliamente por China, con una agresiva actividad comercial, financiera y tecnológica. Un ejemplo, aunque esperpéntico, de lo que decimos se desprende de una declaración, hace apenas unas horas, del Vicegobernador de Texas, quien insta a los adultos mayores a “sacrificarse y dejarse morir” para “salvar la economía”.
En esa misma hoja de ruta, debacle y quiebra económica, parece encaminarse la Unión Europea, amenazada bajo la alargada sombra de un brexit generalizado: una acción para refugiarse en políticas estrictamente nacionalistas en un intento desesperado por la supervivencia territorial, ante la misión imposible de contribuir mancomunadamente a los países de la Unión, dada la inviabilidad de asumir el pesado lastre de Italia, España y la degradación socioeconómica, que pronto surgirán, en Francia y Alemania, junto al ya decidido insularismo británico. Esa hipotética realidad sepultaría definitivamente esa tercera vía, que el Viejo continente ansiaba representar en el concierto mundial.
Fuera de escenario quedaría nuevamente África y América Latina. Mientras que China parece adquirir un papel protagonista, con una Rusia, todavía, aún entre bambalinas.

José Manuel Castellano
Cuenca a 24 de marzo de 2020

No hay comentarios:

Publicar un comentario