“Que la juventud luche por un mundo
mejor, donde la poesía o la lectura sean el pan de cada día” (Iván Petroff ).
¿Quién es Iván
Petroff Rojas?
Iván, un habitante
perpetuo de Cuenca, Profesor Titular de la Universidad de Cuenca en la facultad
de Filosofía, letras y Ciencias de la Educación en la carrera de Lengua y
Literatura. Ex director de la carrera de cine en esta misma Universidad.
Miembro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana. Director del Centro Cultural
“Demetrio Aguilera Malta”. Presidente de la XIV Edición del Encuentro sobre Literatura
Ecuatoriana y latinoamericana “Alfonso Carrasco Vintimilla” 2020. Autor de veinte
publicaciones sobre poesía, relato, narrativa popular, Arte y Lenguaje,
Talleres de creatividad, Escritura académica y ensayos de crítica literaria.
Destacan entre sus obras: “Cuerpos”, “Versos perversos”, “En las formas del
amor y la guerra”, “As de corazones solitarios”, “Memoria 7”, “Cuentos
populares del Azuay”, “100 cuentos populares del Ecuador”, “Cuentos fantásticos”,
“De pactos y Encantamientos”, entre otras.
¿Cómo fueron sus inicios
en el mundo de las letras?
Mis primeras
motivaciones estuvieron en mi hogar con una madre adoptiva que siempre me
inculcó el gusto por la poesía. Luego en el Colegio Benigno Malo. Comencé
haciendo resúmenes de libros, luego escribí una novela para un concurso y en
segundo año de la universidad publiqué mi primer libro ¨El sueño del Planeta¨ a
la edad de 19 años.
Cuenca es una
tierra históricamente de poetas ¿Cómo ve el panorama literario actual en los
otros géneros?
Hay un muy buen
resurgir de la escritura en Cuenca, sobre todo en el género poético, hay
algunos nombres que no quiero mencionar por temor a omitir, pero el movimiento
de jóvenes es muy interesante, de los mayores tenemos a Ángeles Martínez, María
Augusta Correa, Cristóbal Zapata, Juan Carlos Astudillo que están en plena
actividad.
¿Concibe usted la
escritura como un compromiso social?
Más bien con un
compromiso con la vida y la condición humana, lo social es muy interesante,
pero a veces huele a panfleto y a poca calidad.
¿Qué le llevó a
escribir estos relatos sobre jazz y blues?
Me impresionó la vida
de exclusión en todos los niveles que tuvieron que afrontar algunos de los
iniciadores del jazz y el blues. Algunos de ellos, como Nina Simone o Ella
Fitzgeral o Billie Holliday, estuvieron junto con Joan Báez o Martin Luther
King en la acción para que sus derechos como seres humanos fueran reconocidos,
en un país eminentemente y contradictoriamente racista como es el caso de
Estados Unidos. Historias de profunda vivencia artística, pero no siempre
reconocidos. El triunfo fue su peor pecado.
Porque hay dos bandos
en pugna que provocan ese fuego cruzado de injusticia, racismo, exclusión, amor
y desamor, afecto y odio, arte y bajo mundo.
¿Cuál es la
esencia de este libro y que puede encontrar el lector en sus páginas?
Historias que nos
permiten conocer la vida dura, difícil y hasta cruel de los artistas que han
hecho de su vocación una forma de enfrentar la vida, pero también para
sobrellevarla en el ámbito de una dura lucha por tener una vida digna, además,
de disfrutar de la música a toda costa como gente que proviene de una cultura
muy identificada con sus ritmos ancestrales.
Esta pandemia nos
ha dejado, entre otras consecuencias, una forma distinta de ver el mundo
¿Aprecia usted alguna incidencia o cambio de orientación en la producción
literaria en estos momentos de crisis?
Desde luego, ya no
podemos seguir siendo los mismos. Esta emergencia nos ha permitido ser más
puros, nos hemos salido de cierto confort innecesario. Claro que hemos
engordado o nos hemos traumado o nos hemos deprimido, pero hay una suerte de
nuevo orden de cosas en que los escritores, aunque en el confinamiento, hemos podido
ser más libre para el acto perene de escribir, yo mismo pude acabar estos
cuentos por la pandemia y el encierro.
¿Qué mensaje daría
a esa juventud que anhela incursionarse en el mundo literario?
Que abracen la
vocación del arte, aunque tengan que sobrevivir de otra cosa. El arte, la
poesía, la literatura son altamente reconfortantes, al momento de sentir los
avatares de la existencia. Que luchen por un mundo mejor, donde la poesía o la
lectura son el pan de cada día.
¿Cuál es su
valoración del trabajo que desarrolla la Editorial Centro de Estudios Sociales
de América Latina?
Alguna vez le dije a
José Manuel, como director de la Editorial que es un quijote del siglo XXI, es
ya un cuencano más que ha aportado muy significativamente a la difusión de la
historia, la sociología, la filosofía o la investigación, no solo en el
contexto de Cuenca sino a nivel internacional, por lo que significa los libros
digitales y su llegada. Es una labor que debe ser apoyada para que la cultura
siga enriquecida desde los proyectos editoriales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario