La Tasca Pimienta Negra: Un viaje culinario en Tacoronte

Por: José Manuel Castellano

Tasca “Pimienta Negra”. Foto: JMCaste. 

Desde una temprana edad, Samuel González Khoury (Santa Cruz de Tenerife, 1972), nacido en una familia amante de la cocina, ha estado inmerso en el mundo gastronómico. Su abuela trabajaba en restaurantes y su abuelo, de origen libanés, le introdujo en la cultura gastronómica libanesa, elaborando ciertos platos tradicionales en fechas señaladas.

Esa infancia de Samuel entre fogones le llevó a descubrir su pasión por la cocina hasta convertirse en un profesional. Su madre siempre apoyó sus inquietudes, tanto en los concursos de comida canaria que se celebraban, como en incentivarlo a conocer el mundo de la restauración hasta que comenzó a trabajar de cocinero en hoteles.

En 1997, Samuel decidía emprender su propio camino con “Son Café”, en la avenida de Anaga, un restaurante de tapas y picoteo que tuvo un gran éxito durante tres años. Poco después trabajaría en la cocina de “Los Reunidos”, en la calle de La Noria de Santa Cruz de Tenerife, durante ocho años, antes de iniciar su etapa de cocinero en los navíos de la Compañía Armas.

En 2011, Samuel inauguraba “Pimienta Negra” en la carretera general de Tacoronte. Su denominación proviene de la costumbre de su madre de añadir pimienta negra a todos los platos, desde tortillas y potajes hasta carnes, pescados y postres. Esta especia se ha convertido en el sello distintivo de su cocina.

La Tasca “Pimienta Negra”, estuvo ubicada inicialmente en una pequeña, pero encantadora casa decorada por su marido, Juan Carlos Castilla Bermúdez, un verdadero artista de la decoración. En 2016, se trasladaba al centro de Tacoronte, junto a la Iglesia de Santa Catalina, en una de las casas más antiguas del municipio, donde tiene sus puertas abiertas en estos últimos 8 años.

El salón de la chimenea. Foto: JMCaste.

“Pimienta Negra” se enorgullece de su carta, que mantiene una continuidad a la vez que añade nuevos platos y productos. Su lema es el de ofrecer productos de primerísima calidad, un sello que los identifica y marca, sin duda, la diferencia. Como Samuel dice, “cuando el género es de buena calidad, poco tiene que condimentar”, una lección que aprendió de su abuela.

Entre sus platos estrellas se encuentran la “Tosta frutti di mare”, la “Ensaladilla andaluza” y “Los huevos rotos con morcillas”. Una mezcla de sabores que explosionan en la boca. Ese es el gran secreto de haber mantenido una clientela fiel desde 2011.

Además de la deliciosa cocina, el espacio del restaurante, decorado por Juan Carlos, es igualmente impresionante. Los clientes quedan sorprendidos por la elegancia y los espacios bien diferenciados y divididos, que ofrecen un toque de exclusividad.

El trato personalizado y el excelente servicio que ofrecen a sus clientes son tan exquisitos como su carta y tan elegantes como el restaurante.

Por todo ello, les invito a disfrutar de un almuerzo o una cena especial en este espacio único ubicado en la calle Ismael Domínguez 153, al lado de la Iglesia Santa Catalina. Les garantizo que no encontrarán otro lugar donde sean tan bien atendidos, además, de disfrutar de una casa con verdadero encanto, de sus elementos decorativos y de unos sabores inolvidables, que alegran tanto al cuerpo como al alma. Se llevarán, con toda seguridad, una grata sorpresa, hasta el punto que desearán volver.

Samuel y Juan Carlos. Foto: JMCaste.

Un espacio acogedor a la entrada. Foto: JMCaste.

Una de las mesas donde se celebrará hoy 9 de noviembre el Maridaje gastronómico, poético y musical. Foto: JMCaste.