“La poesía, más allá de su función estética, debe servir para reconstruir el tejido social” (Jacqueline Murillo)
Por: Pamela A. Tacuri Cajilima
Dra. Jacqueline Murillo |
Colombia
es un país de grandes escritores ¿Cómo ve usted la situación actual en el campo
de las letras?
Por fortuna, cada vez hay más jóvenes con gran sensibilidad y surgen
nuevos talentos. Sin embargo, persiste una brecha importante entre las
políticas de la administración nacional para promocionarlos y ofrecer
oportunidades consistentes para catapultar esos artistas en formación. En
cuanto a la administración local, la capital, Bogotá, cuenta con programas que
incentivan las letras y todas las manifestaciones artísticas que surgen a
partir de las tendencias urbanas. Así que de alguna manera se está impulsando
este capital artístico y cultural. En cuanto a las instituciones privadas, como
algunas universidades, hay un continuo movimiento de cooperaciones internas y externas
que promueven las letras en Colombia.
2.-
¿Qué le motivó a usted iniciarse en el mundo literario?
No podría precisar una motivación en especial, más bien, el conjunto de
varias circunstancias, primero en el plano personal, las lecturas de autores a
temprana edad y luego se fueron incorporando los registros de la cotidianeidad
con sus grietas que permitieron confluir en la escritura.
3.
¿Qué autor ha ejercido más influencia en su concepción poética?
Si te doy el nombre de solo uno, me sentiría como una infiel con mis
autores de cabecera. Así que me voy a permitir nombrar solo tres, en el
siguiente orden, Federico García Lorca, José Asunción Silva y Constantino
Kavafis.
4.-
¿Qué se encierra bajo el título “Travesías
urbanas”?
Un conjunto de impresiones, un recorrido por
paisajes de la metrópoli, pero, sobre todo, de las personas que la viven, la
padecen y perviven en ella desde la cotidianeidad.
5.-
¿Esa frase que usted recoge en la nota preliminar al libro (“Miradas silenciosas que marcaron el camino, pues, a fin de
cuentas, el que escribe -con aspiración de poeta- puede ser un cobarde que se
ampara en versos o epifanías”) se debe entender como una declaración social
y de compromiso de su poesía?
La escritura llegó a mi vida como una especie de advenimiento. Hubo una
necesidad intrínseca de registrar desde la memoria algunos sucesos. Luego al
reconstruirlos se fue convirtiendo en una obligación y exigencia moral de
plasmarlos en el papel. Así también, una liberación que debía trascender la
intimidad de esa memoria, y a partir de ella revelar y desentrañar a la
sociedad con todos sus matices.
6.-
¿Usted escribe para curar las heridas personales o su escritura va dirigida a
abrir los ojos del lector y a provocar un accionar?
Intento que mi molestia pueda ser conocida y a su vez encontrar en ella,
caminos de reconciliación a través de las palabras vivas; unas quizás como
redención, otras como un clamor necesario que nos ayude a ser más sensibles y
compasivos.
6.
¿Este poemario cargado de denuncias está basado en la vida cotidiana o es una
recreación imaginaria de la sociedad actual?
Es el reflejo, el espejo de la sociedad que habita y a través de ella, una
proclama moral de la realidad, sin artilugios, desnuda y sin ambigüedades. Algunas
veces como una especie de evocación que debe ser plasmada en forma de poema;
otras, para darle un reconocimiento y vindicación a los personajes memorables
que allí cohabitan.
7.-
¿Tiene algún nuevo proyecto, nos podría avanzar al respecto?
Ahora trabajo en una compilación de crónicas, algunas de ellas basadas en
sucesos del conflicto armado en Colombia, otros, episodios urbanos. También,
desempolvo varios poemas como un ejercicio catalizador de este presente.
8.
El acto de presentación de su libro fue dirigido por una joven universitaria,
Linda Soledad Flores Palacios, que se está iniciando en el mundo de la poesía
¿Cómo ve usted el papel de los jóvenes en relación a la cultura en estos
momentos?
Linda Soledad es talentosa, condujo magistralmente la presentación, sin
lugar a dudas, crecerá en su camino como poetisa. Considero que los jóvenes
tienen una responsabilidad importante a partir de su sensibilidad y compromiso
con la sociedad. La poesía, más allá de su función estética, debe servir para
reconstruir el tejido social, puede creerse que es una quijotada, pero
necesitamos darle también un lugar privilegiado a la cultura, si queremos
hablar de transformaciones sociales.
9.-
¿Cuál es su mirada como poetisa ante esta situación de crisis sanitaria y
económica que nos ha tocado vivir?
La pandemia ha sido un reencuentro con nosotros mismos, el momento de
revisar y de hacer una introspección para modificar ciertos hábitos o
costumbres, también ha develado las brechas profundas de la sociedad ¿De qué
sirve el conocimiento si se está de espalda a las problemáticas sociales? Ha
demostrado que no estamos preparados para vivir con lo necesario, que el
estrepitoso consumismo solo ha colmado vacíos que no se han sabido llenar
porque no hemos avanzado como humanidad. Estamos en manos de la ciencia, sin
embargo, los grandes monopolios se disputan el tener el primer lugar en
resultados y en suplirle al mundo sus necesidades.
10.
¿Cuál es su valoración sobre el trabajo que desempeña la Editorial Centro de
Estudios Sociales de América Latina?
Es una Editorial completamente coherente con su misión, “compartir y democratizar el conocimiento”, que difunde y promociona la labor del científico e investigador social. Resalta y contrasta su función en tiempos de mercantilismo salvaje, el no estimar estipendios por sus divulgaciones. Esta novel y prolija editorial cuenta con más de cincuenta publicaciones que hacen gala a su razón de ser, motivo que habla por sí solo de su gran compromiso con la sociedad latinoamericana. Considero su labor como titánica y extraordinaria en esta época de urgencias consumistas y de vacíos y vicios sociales, que su cometido construya puentes de encuentro con otras latitudes que convergen en las mismas cuestiones; a su vez divulguen y promocionen el conocimiento a través de sus ediciones.
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