jueves, 19 de noviembre de 2020

Entrevista al Dr. Enrique Martínez Vázquez, autor del libro TRÍPTICO

La falta de apoyo a la cultura obliga al éxodo de muchos talentos” (Dr. Enrique Martínez).

 Por: Erick Jara Matute

Dr. Enrique Martínez Vázquez

La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina presentaba hace unas semanas el libro “TRÍPTICO” del Dr. Enrique Martínez Vázquez, que cuenta con un prólogo del Dr. Gustavo Vega y una ilustración en portada de María Paz Carpio. Una obra que nos ofrece un interesante recorrido histórico por la Cuenca de los años sesenta y setenta del siglo XX, a través de diversas panorámicas sobre la ciudad, el mundo universitario, la medicina, anécdotas y sobre el origen y nacimiento de la Clínica “Santa Inés”.

El Dr. Martínez nacía en Cañar en 1933, obtenía su doctorado en 1961 en la Universidad de Cuenca, se especializó en Ortopedia y Traumatología en el Instituto Traumatológico en Santiago de Chile (1961-1963), formó parte del Proyecto HOPE en 1964, ejerció su Cátedra Universitaria entre 1964-1977, desempeñó su labor profesional en el Hospital Regional Vicente Corral Moscoso, fue Socio Fundador de la Clínica Santa Inés y Presidente del Hospital Santa Inés. Ha recibido, asimismo, el Premio Benigno Malo Universidad de Cuenca (1961) y diversos reconocimientos y condecoraciones de Centros Médicos del País.

¿Este libro es su primera incursión en el relato histórico?

No. Tengo algunos estudios relacionados con aspectos históricos de Cuenca, la medicina y otros. La mayoría de ellos permanecen inéditos.

¿Cómo ha vivido esa experiencia y qué significación ha tenido para usted?

Este libro lo trabajé durante algunos años; el abordaje que se hace es reflexivo y traza un panorama de la medicina en mi ciudad y en el país. Para ello la experiencia propia fue  importante y significó un acercamiento muy cercano, lo cual lo vuelve ameno para el lector común.

¿Cuáles son los aspectos centrales que aborda en esta obra?

El texto fue dibujado en tres segmentos esenciales que se complementan para formar un todo armónico; la primera parte hace referencia a la historia de la ciudad de Cuenca en los años sesenta y setenta del siglo pasado y resalta  la arquitectura con las corrientes de pensamiento de la época. El segundo capítulo, se refiere al desarrollo de la medicina y sus protagonistas; se destaca la  evolución gradual de la modernidad hasta la época científica y humanitaria. Por último, se aborda el tema del Hospital “Santa Inés” y las anécdotas que acompañaron al origen de la institución.

Su libro se centra en la década de los 60 y 70 de la centuria anterior ¿Qué valoración hace de la ciudad de Cuenca?

En ese entonces la ciudad atravesaba un período de transformaciones en el aspecto intelectual y  en las costumbres de sus habitantes. Sin lugar a dudas, los cambios fueron drásticos y configuran un panorama que encarna la base de lo contemporáneo. Es decir, en los sesenta  Cuenca despega hacia la modernidad.

Usted trata en las páginas de Tríptico el nacimiento de la Clínica Santa Inés ¿Cuál ha sido su aporte y que significación ha tenido para Cuenca en el ámbito de la salud?

El Hospital “Santa Inés” fue un hito en el desarrollo de la medicina comarcana  al constituirse en el primer instituto de especialidades en el austro del país. Desde el punto de vista social, académico y científico, con derivaciones a nivel nacional, marcó una evolución sin igual en el Ecuador.

Usted apunta que la corriente modernista golpeó a determinados bienes patrimoniales ¿Cómo ve la situación actual del Centro Histórico de Cuenca?

De lo poco que ha quedado se concluye que a pesar de que permanecen valores arquitectónicos del siglo pasado y de la época republicana (el trazado de sus calles, las casas del barranco y los templos entre otros elementos patrimoniales) el progreso trajo consigo muchos males; el tráfico desmedido, además de elementos extraños como el tranvía, que complican su urbanismo y la vida del cuencano.

¿La Cuenca actual es todavía la Atenas del Ecuador?

No creo. La falta de apoyo a la cultura obliga al éxodo de muchos talentos. Cuenca ha celebrado su Bicentenario en medio de una pandemia mundial, pero también bajo la invisibilización de sus valores culturales. Con su economía disminuida y el desinterés de sus líderes políticos, está muy lejos de la denominación que la caracterizó en los siglos anteriores.

Respecto a la educación universitaria ¿Cómo se vio afectada en los tiempos de revolución Latinoamericana en Cuenca?

El socialismo influyó decisivamente en el desarrollo de los valores científicos y culturales; los principios universitarios mutaron para adaptarse a las nuevas corrientes del pensamiento, la época romántica se transformó en una era moderna en la que priman las ideologías. Concluimos en que  Cuenca es una ciudad universitaria, más allá de los avatares en su historia.

¿Qué significado nos debe dejar este Bicentenario de la Independencia de Cuenca?

La obligación de convertirnos en seres amantes de nuestra patria chica y el reconocimiento de que es un proceso diario, físico y espiritual.

¿Cuál es su valoración sobre el trabajo desempeñado por la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina?

Es una labor magnífica, sin precedentes. El prestigio de la Editorial, su influencia y apertura al ciudadano interesado en la cultura, la educación y el conocimiento permite que accedamos a las publicaciones sin distingos de ninguna clase. Gracias a sus directivos y a todos los que conforman la empresa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario