Ramiro Caiza: “La cultura es lo que nos
diferencia de otros seres vivos, es la memoria o historicidad que marcan los
sujetos o seres humanos en el devenir del tiempo”.
Por Mariela Barrera
Ramiro Caiza |
La Editorial Centro de Estudios
Sociales de América Latina está próxima a publicar la obra Gestión Cultural Alterativa del escritor Ramiro Caiza, poeta,
ensayista y gestor cultural. Director,
editor y redactor de varios medios impresos en Ecuador y España. Destacado
miembro de varias identidades culturales. Fundador y presidente de la Casa de
la Cultura Ecuatoriana, Núcleo de Barcelona, España. Miembro de las Secciones
Académicas de Literatura, Gestión Cultural y Saberes Ancestrales de la Casa de
la Cultura Ecuatoriana. Además, Ramiro Caiza combina su labor de escritor con
la docencia y reconocido por ser autor
de 24 libros de poesía, ensayo y cuento. Ha participado en varios congresos
nacionales e internacionales en temáticas relacionadas a la antropología,
sociología, literatura, comunicación y gestión cultural.
La cultura ha sido definida desde
muchas aristas, cada una de ellas tiene su validez, desde la antropología y a la
sociología, desde la política y a la economía, desde las ciencias humanas
tienes varios conceptos. UNESCO ha sintetizado una definición amplia que
tiene que ver con lo material, espiritual, sentires, pensares, gastronomía,
formas de producción y toda la actividad humana. La cultura es lo que nos
diferencia de otros seres vivos, es la memoria o historicidad que marcan los
sujetos o seres humanos en el devenir del tiempo, lo que nos permite acumular
mitos, conocimientos, costumbres, actitudes como producto de la construcción
social, donde el lenguaje es clave para prefigurar el esquema mental.
¿Cómo se define la cultura de un
pueblo?
Un pueblo es toda una amalgama de
retazos. En el caso de nuestro país, es una recomposición de lo nativo y lo
europeo, es donde se plasma el barroco en su máxima expresión. Creo que debemos
comprender la acepción del término o palabra pueblo, más allá de lo semántico;
se lo ha utilizado con desprecio para referirse a los marginados o a los
gobernados; entonces, es primordial darle un vuelco y situarnos con el pueblo o
para el pueblo, de allí que su cultura esté arraigada en la tradición y la
costumbre, en los imaginarios de la vida cotidiana que es más fuerte que la
alta cultura. Me pregunto ¿Qué será más importante los toros de pueblo o las corridas
en la monumental? Cada hecho tiene su público, pero marca una diferencia,
esencialmente económica y de componentes políticos; todo el mundo puede ir a
los toros populares, pero no todos pueden ir a las corridas de la monumental,
por ejemplo. La cultura del pueblo tiene una matriz religiosa profunda, pero
con una mixtura, es híbrida y donde se manifiesta lo
ancestral; no somos indios, ni europeos, somos un nuevo género humano diría
Simón Bolívar; si, con la conquista el europeo dejó de ser europeo y el
indígena también cambió. El sincretismo ha sido un componente que ha ido
creciendo con manifestaciones de uno y otro lado, para dotarle de una carta
variada, como un mosaico, a la cultura de los pueblos latinoamericanos.
¿Qué relación existe entre arte y
cultura?
El arte es una categoría europea y que
está relacionada con las Bellas Artes, con el pensamiento grecolatino desde
donde se expande al mundo occidental y a la cultura universal, lo cual se ha
impuesto en los territorios conquistados y colonizados por Europa. Entonces, en
nosotros prima el pensamiento eurocéntrico, dejando de lado otras
civilizaciones como Asia, Egipto, Mesopotamia, Aztecas, Mayas, Incas; en fin,
el arte aprendido por nosotros es el arte occidental. Me atrevo a decir que el
arte es parte de la cultura en general, quizá su expresión más elaborada con
toda una carga simbólica que nos traslada a la interioridad y sus sentires. El
arte no puede estar separado de la comunidad, de allí que la política educativa
debe contener una alta carga artística que enseñe a los niños los lenguajes simbólicos
para que puedan acercarse a la diversidad del arte con conocimiento y deduzcan
los niveles estéticos que contienen cada manifestación.
¿Qué importancia le dan las políticas institucionales
a la diversidad cultural?
En el Ecuador no se ha definido una
política cultural coherente desde la institucionalidad. Mire, la creación de la
Casa de la Cultura Ecuatoriana en 1944, ha sido el logro más significativo de
política cultural institucional, claro que se la fundó con una visión
ilustrada, que responde a su momento histórico. Se logró, desde la visión de
Benjamín Carrión unificar y producir pensamiento, aunque estuvo ausente un gran
conglomerado de la población ecuatoriana, estuvieron excluidos los pueblos y
nacionalidades indígenas, como sujetos del devenir histórico, sumiéndolo todo
en la categoría del mestizaje cultural. Sin embargo, la acción y lucha de los
pueblos indígenas a partir del levantamiento indígena y los 500 años de
resistencia, obligó a cambiar la institucionalidad. Es así que se creó la
Dirección de Educación Intercultural Bilingüe como demanda de los derechos
culturales, para pasar del folclor a expresiones culturales legítimas de los
sectores populares.
Otro hecho importante es la creación el
Ministerio de Cultura, que lamentablemente hasta hoy no ha logrado definir
políticas culturales claras, se continúa con el clientelismo y el burocratismo
que mata la creatividad. Cuando existía el Ministerio de Patrimonio se realizó
una importante obra e inversión en el rescate y preservación de bienes
culturales tangibles e intangibles.
Los Municipios y juntas parroquiales, a
pesar de tener las competencias en el ámbito del patrimonio y la cultura, no lo
toman en serio esta responsabilidad, construyen agendas culturales desde el
escritorio, eventos y espectáculos que desdicen de la realidad cultural local.
¿Qué significa pérdida de identidad
cultural?
Es el adoptar patrones ajenos a nuestra
idiosincrasia, por enajenación principalmente; nuevamente el modelo
eurocéntrico hace que despreciemos nuestras raíces y con una gran campaña
mediática nos convirtamos en meros consumidores de sus productos. Obviamente
que la, o mejor dicho, las identidades no permanecen estáticas, siempre se
renuevan y transforman, están en permanente evolución con mayores espacios de
participación. La identidad es individual, colectiva, heredada, asignada,
asumida e incluso impuesta; vivimos el mundo de las diversidades, donde se debe
afirmar la identidad y sentido de pertenencia contra el arrollador sistema
neoliberal que quiere uniformizarlo todo, desde su perspectiva de libertad y
democracia. La identidad nos permite luchar por los derechos colectivos y
afirmar la diferencia, esos rasgos distintivos en todos los órdenes de la vida
que marcan la diferencia.
¿Cómo ve el mundo cultural ecuatoriano?
Desde una amplia perspectiva coincido
con la teoría de Carrión, podemos ser una potencia viva de cultura, su
diversidad así lo demuestra; los sentires y pensares del mundo andino son la
fortaleza y matriz de una cultura potente que nos identifique en el mosaico de
civilizaciones mundiales. Existen muchos creadores en todos los ámbitos
artísticos, lástima que no haya el fomento para su creatividad, esto se lo debe
realizar desde la institucionalidad, desde los gobiernos parroquiales,
cantonales, provinciales y gobierno central. Tenemos una Ley Orgánica de
Cultura que se la aprobó contra el tiempo, donde no constan los aportes de
muchos trabajadores de la cultura; por ello, es tiempo de reformarla para
beneficio, no de pocos, sino de sociedad en general; se debe anular su
reglamento, darlo de baja e implementar uno que dinamice la gestión cultural en
los territorios, para que no se creen ramas del hacer cultural sin recursos; es
hora que los entes burocráticos cumplan su deber con planificaciones
horizontales y participativas, es decir, se debe trabajar junto y con los
sujetos culturales con visión del bien común.
¿Qué debemos entender por “cultura
moderna”?
Es engañoso el término, alude a los
tiempos que vivimos o nos ubicamos en el tiempo histórico en el ámbito de la
modernidad capitalista. Decía que la cultura cambia, evoluciona, se transforma.
Desde el siglo XIX con la trasformación social y las revoluciones, la cultura,
con particularidad el arte, han estado a la vanguardia, se adelanta, quizá
porque la sensibilidad de seres humanos extraordinarios y sus condiciones de
vida han hecho que produzcan obras únicas, tal vez para la eternidad. En los
tiempos actuales, la democratización y el ejercicio de la libertad contribuyen
a un mayor ejercicio de los derechos culturales. Sin embargo la irreverencia,
siempre ha estado latente, por ello las renovadas expresiones artísticas
urbanas, el uso de las tecnologías abonan el mercado, varias son usadas como
industrias culturales.
¿Qué papel desempeña las industrias
culturales en Ecuador?
El mercado cultural ecuatoriano es
incipiente, el rubro o porcentaje por productos culturales es irrisorio, debido
a la falta de apoyo o generación de políticas de fomento a la industria
musical, escénica, editorial, cinematográfica; en fin, miro un estancamiento,
competir con la gran industria foránea es inútil. Las tiendas y estantes están
inundadas de productos del primer mundo o chinos a bajo costo, es una suerte de
materiales desechables. No hemos pasado del extractivismo a impulsar industrias
que afirmen la soberanía, que exporten talentos artísticos o atraigan el
turismo cultural; de alguna manera el patrimonio material y natural son medios
de convocatoria para el turismo. Es incipiente la industria cultural nacional,
porque no se destinan recursos para invertirlos en iniciativas de los creadores
y gestores culturales.
¿A qué se refiere con una Gestión Cultural Alterativa?
Hemos sostenido un diálogo amplio,
abierto, lo cual me permite proponer una de las vías al trabajo desde la
gestión cultural. Considero que es producto de la reflexión desde lo caminado;
tuve la oportunidad de trabajar 10 años con los pueblos indígenas del Ecuador
en la educación intercultural bilingüe; estuve 10 años fuera del país, en
Catalunya. Antes ya habíamos incursionado desde lo local en experiencias
organizativas desde lo cultural, a través del Centro de Cultural Cantón Mejía y
la extensión de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, entidad que cumple 26 años dentro
de poco. Estos hechos marcan mi quehacer en la gestión cultural desde la teoría
y la práctica, entendía que la mejor forma de conciencia y superación del
pensamiento colonial, es a través de la cultura, porque es un campo que ofrece
respuestas para todos los estados de ánimo; desde el ensayo, por ejemplo,
podemos acercarnos a autores actuales nuestros y de otras geografías que nos
ayudan a entender la realidad. Estas preocupaciones las he dado cauce desde un
ámbito político y comprometido. Político, en el sentido que la sociedad tiene
derecho a organizarse y decidir su destino, es decir, reflexionar en que la
sociedad puede cambiar si la comunidad actúa en demanda de sus derechos, punto
fundamental son los derechos culturales. Para ello es importante acercarnos a
las categorías de identidad, diversidad, interculturalidad, alteridad, cultura
viva comunitaria, oralidad, comunicación; es todo un contexto para ir
hilvanando nuevos procesos alternativos al orden establecido.
Cuando planteo el término alterativo, intento provocar, es
sugerente, en el sentido de alterar el “orden”, lo cual significa subvertir con
la acción, para consensuar líneas de trabajo en beneficio de la colectividad,
se intenta provocar una minga, donde la institucionalidad esté presente y
cumpla no sólo con las competencias asignadas en la normativa, sino con lo que
el pueblo demanda. Es arribar a un ejercicio del poder de modo horizontal,
“mandar obedeciendo”, porque el poder real radica en el pueblo, y en ello
nuestros gobernantes deben obedecer al pueblo. Desde esta visión lo marca la
diferencia es el compromiso de los gestores culturales con la comunidad para
construir juntos caminos de liberación y bienestar.
Es su primera publicación con la
Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina ¿Cuál es su opinión
sobre el trabajo que está desarrollando esa editorial?
Es mi primera publicación, aspiramos
que vengan muchas más. Considero que es una alternativa para la difusión del
pensamiento latinoamericano, precisamente para minar el monopolio de las
grandes editoriales. El uso de las tecnologías en este ámbito contribuye y
permite que de modo gratuito los textos lleguen a la comunidad, porque el
conocimiento no debe ser de nadie en particular, es un bien común y una construcción
solidaria para mejores días para la sociedad. Esta línea de trabajo puede
fastidiar al poder; sin embargo, es legítimo que desde los trabajadores de la
cultura con una visión liberadora se escuchen las voces otras, la quienes están
por la reivindicación y ejercicio de los derechos culturales.
Finalmente, ¿Cuándo y dónde se llevará
a cabo el lanzamiento de esta obra y quienes participaran?
La obra, que es un ensayo, lo
presentaremos en el salón de Sesiones del Municipio del cantón Mejía, en la
ciudad de Machachi, el jueves 30 de enero de 2020, a las 19:00. Comentarán la
obra el maestro Adrián de la Torre, director de cultura de Pichincha, la
catedrática universitaria, Laura Falceri y Erik Jata Matute, delegado de la
editorial. Contaremos con la presencia de autoridades locales y público en
general.
No hay comentarios:
Publicar un comentario