Durante la sesión solemne el Dr.
Castellano señaló que “sin los jóvenes no hay futuro posible. Ellos son la
nueva sabia y la única esperanza redentora que nos queda”.
Por Mariela Barrera
La
identidad cultural es un elemento importante para reafirmar nuestros valores y
para reconocernos como sujetos herederos y transmisores de un pueblo rico en
tradiciones. La importancia de su conservación recae en los estados e
instituciones, que tienen como labor vital velar por preservar y difundir,
además, de apoyar las iniciativas culturales que nos permitan desarrollarnos y
compartir una misma historia con sus peculiaridades, diferencias y conexiones.
El Ecuador
es un país con una gran diversidad cultural, marcada por un sinnúmero de
símbolos y celebraciones que emergen de las raíces de un pueblo que se enfrenta
al influjo de un mundo globalizado. La entidad más representativa en la
difusión de nuestra idiosincrasia es la Casa de la Cultura Ecuatoriana, fundamentada
en un carácter científico, cultural y humanista pretende fortalecer la identidad
en honor a su creador Benjamín Carrión, escritor, político e intelectual
lojano, que asumió la responsabilidad de potenciar y orientar una cultura
nacional y universal.
El 9 de
agosto de 1944, el Presidente de la República, el doctor José María Velasco
Ibarra, hizo realidad esa idea, a través de un Decreto Ejecutivo que impulsaba
la creación de la Casa de la Cultura Ecuatoriana.
La Casa de
la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión” Núcleo del Cañar con motivo de la
efeméride de su 75 años de creación celebraba el pasado jueves en el teatro de
la institución una sesión conmemorativa sobre sus Bodas de Diamantes, con la finalidad
de fortalecer el espíritu cultural y ofrecer a la sociedad un balance histórico
de su memoria institucional desde sus inicios.
El acto comenzaba
con la inauguración de una muestra pictórica del conocido pintor cañariense
José Cela. Posteriormente, tras la interpretación del himno nacional, se
iniciaba la sesión solemne con la salutación e intervención del Dr. Edgar
Palomeque Cantos, Director del Núcleo, quién hizo mención a la importancia de
que “la Casa se
mantenga activa y soberana, sin que se pretenda menoscabar su autonomía, su
presupuesto, su libertad” y manifestó, además, la obligación que tiene la CCE
con los nuevos anhelos y la visión de un mundo diferente, con el que deben estar
dispuestos a dar respuestas efectivas, acompañadas de un entendimiento
solidario. El Dr. Palomeque también realizó un llamado a la Provincia del Cañar
en esta conmemoración para convocar “a
las autoridades y sus instituciones, a la empresa privada, al pueblo de Azogues
y de Cañar, al gran abrazo fraternal con la Casa de la Cultura, uniendo su
adhesión al sueño de Carrión, que es también nuestro sueño, construir una
patria grande a través de la cultura”. Acto seguido procedió a la lectura
de la resolución del cuerpo Directivo del Núcleo con la incorporación de nuevos
miembros que estaban integrados por: el Ing. Juan Solís Muñoz; Lic. Eugenio
Robles López; Sr. Andrés David Iglesias Molina; Sr. Oscar Rosas Morocho; Sr.
Emilio Coello Ramos; Lic. Mariana Sacoto Serrano; Sr. Rommel Medardo Inguil
Sanango; Lic. Miguel Segundo Duy Pichisaca; Lic. Raúl Muñoz Chimborazo; Lic.
Araceli Siguencia Siguencia y el Dr. José Manuel Castellano Gil.
El
programa continuaba con la intervención del matemático Marco Vinicio Vásquez
Bernal, vocal del Directorio del Núcleo, cuya alocución giró en torno a la
figura de Benjamín Carrión. Posteriormente se cedía la palabra al Dr. José
Manuel Castellano que, en representación de los nuevos miembros, manifestó su gratitud
y expresó que asumían con responsabilidad, dedicación y compromiso, además, de garantizar
un comportamiento ético y solidario. En su intervención, el Dr. Castellano, trazó
una semblanza biográfica de sus colegas; hizo especial énfasis a su admiración intelectual
y humana hacia el Dr. Carrión por sus ideales y por su contribución social; llevó
a cabo, posteriormente, una valoración sobre el papel desarrollado por la Casa
de la Cultura; y concluyó su exposición refiriéndose a una serie de retos
futuros, que debían ser abordados por la Institución, centrados en una propuesta
de integración de los jóvenes, con capacidad de gestión y organización, sintetizado
bajo la idea que “sin los jóvenes no hay
futuro posible. Ellos son la nueva sabia y la única esperanza redentora que nos
queda”. Esta emotiva celebración y sesión de incorporación de nuevos
miembros concluyó con un hermoso espectáculo musical y un brindis entre los
asistentes.
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