Dr. Marco Carrión Calderón
Dr. Marco Carrión Calderón |
Esas demostraciones de gratitud para el Profesor y amigo son muy dignas
de ser destacadas en estas épocas en que la gratitud, preciada joya que adorna
la personalidad, se ha vuelto tan rara. A los jóvenes les pido que nunca
pierdan esa virtud, la de ser gratos con quienes entreguen sus conocimientos y
afecto en aras de su formación.
“Entre Canarias y América” de
José Manuel Castellano es una obra que demuestra que se puede vivir la vida
como una extraordinaria aventura llena de pasión y entusiasmo, y sobre todo de
entrega y servicio a los demás.
El autor analiza con un notable dejo de ironía a la vez que, con
malestar y desencanto, circunstancias políticas de su Canarias natal. Me
resulta fácil comprenderle pues soy un desengañado de la política. Esta es una
noble ciencia y actividad humana desgraciadamente desvalorizada y corrompida
por personas, cada ver más numerosas, que la han mal utilizado para sus
corruptos y egoístas fines.
Es evidente su preocupación por
acuciantes cambios sociales como la educación en el archipiélago canario o la
superpoblación, o el encarecimiento de la vida y la situación económica en
general. Y allí entra su análisis sobre la crisis económica en los países
desarrollados “donde el poder financiero supedita la dirección política de los
Estados y la soberanía popular” como uno de los signos importantes del actual
panorama en el mundo contemporáneo.
O cuando allá, por 2011 nos recuerda que “el sistema político (mundial) está
en manos de los intereses de las élites empresariales y financieras” en el
artículo “Revolución global o involución”.
Con especial fuerza denuncia la transformación posmoderna empujada por
el mundo financiero especulativo “que se
fundamenta en la globalización, en el desarrollo tecnológico, en el predominio
de una economía especulativa sobre la productiva y en un nuevo orden mundial
con la aparición de nuevos países emergentes”.
Como claro ejemplo de la extrema importancia del sector financiero en el
mundo actual cita, acertadamente, el ejemplo de Grecia sobreviviendo en un
descalabro incontrolable debido no tanto a que su gobierno ha gastado más de lo
que tenía, sino especialmente a la complicidad del sistema financiero y pone
como ejemplo al Banco estadounidense Goldman que montó una ingeniería
financiera para maquillar la enorme deuda del Estado Griego.
Me resultan memorables las expresiones de Castellano a propósito del
aniversario del natalicio de José Martí, ese “guerrero de las mejores causas de la humanidad” según su acertada
expresión y de quien lo dice todo al afirmar “Si Martí estuviera hoy aquí, si viviera entre nosotros, con seguridad estaría
al lado de los que sufren y de los que luchan…”
De manera muy especial me ha conmovido su artículo sobre Ernesto
Lecuona, inmenso músico canario y cubano, autor de tantas inmortales obras
maestras de la música académica entre las cuales siempre me apasionó la
zarzuela “María la O” siendo
merecedor de innúmeros reconocimientos del gobierno cubano en épocas en las que
ser intelectual no era un demérito como pasó a ser después. Siempre he
disfrutado muchísimo con las zarzuelas españolas pero esa cubana de Lecuona ha
sido una de mis preferidas.
En Ecuador José Manuel Castellano asiste al inicio de la transformación
cultural de Machala. El Reloj Municipal, la Campana y el Libro de Actas del
Concejo son puntos preferentes de atención y estudio por parte del historiador,
así como diversos aspectos de la vida de esa ciudad. El autor, siempre
optimista y muy vital, pone un especial énfasis a los Grafitis, a las personas,
a los lugares.
Su discurso de ingreso a la Academia Nacional de Historia del Ecuador es
una pieza literaria de gran calibre y de conocimiento histórico tanto de
Canarias como del Ecuador. Su elucubración sobre la “ausencia de ignorancia” es notable desde el punto de vista
filosófico.
En fin, José Manuel Castellano como investigador y docente se ha
empeñado en inculcar a sus alumnos la capacidad de reflexión, de crítica, de
comunicar con compromiso, de la libertad y el respeto a la opinión ajena, así
como la capacidad para debatir, rebatir, argumentar y contrargumentar.
La limitación que el tiempo me impone en este momento hace que deba concluir,
pero señalando que Castellano no solamente es un profesor, como él a veces
dice, sino un verdadero Maestro, con mayúscula, y además un cosmopolita, tanto
por su movilidad en el mundo como, sobre todo, por su apertura a las culturas y
costumbres de los pueblos que ha visitado. Él ha querido dejar huella
permanente de sus andares y vivencias por esos pueblos con los cuales ha sabido
comulgar a la vez que dar y recibir conocimientos y sentimientos, facultad deun hombre sabio no sólo en el sentido de conocer sino de poseer la sabiduría lo
cual es el grado más alto del conocimiento que le permite ser un hombre
ejemplar y docto.
A la vez que hago llegar mi más sincera y entusiasta felicitación al
caro amigo quiero invitar a las personas a cuyo alcance llegue esta obra para
que la lean, disfruten de su contenido y aprendan mucho de ella.
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