viernes, 31 de julio de 2020

Entrevista a la poeta ALEYDA QUEVEDO ROJAS

Por BXSG, 1 agosto 2020

Del Aplauso al “Like”, así se hace arte en tiempos de pandemia


Escenarios cerrados, cambio agenda, proyectos postergados y pérdidas económicas altos, es parte de la realidad que enfrentan los artistas y gestores culturales.
Aleyda Quevedo poeta, periodista, editora, ensayista, curadora artística y gestora cultural, revela cómo está la situación de los actores culturales en tiempos de COVID-19.
De los aplausos a los me gusta o “like”. De los auditorios a la pantalla del ordenador o dispositivo móvil. La escena artística da un giro en los tiempos de aislamiento y distanciamiento social. El encierro obliga a poner llave en las puertas de los escenarios para el arte y de seguro que, pos pandemia, serán las últimas en abrirse, pero eso está por verse.Las pérdidas en el sector cultural son muy altas, desde los procesos de creación, el desarrollo de la agenda diseñada para el 2020, hasta las pérdidas económicas, que de eso los actores culturales y artistas mejor no quieren hablar.
¿Cuál es el panorama del desarrollo artística en tiempos de convenio? Conversamos con Aleyda Quevedo Rojas. Ella es poeta, periodista, editora, ensayista, curadora artística y gestora cultural. 
Ha publicado 10 libros de poesía dentro y fuera del país. En 2017 la Casa de la Cultura Ecuatoriana publicó su poesía reunida en 554 páginas con el nombre: “Cierta manera de la luz sobre el cuerpo”. En abril 2020 la CCE liberó dicha antología en formato digital, disponible en: https://cutt.ly/uyeRiAQ
Dicta talleres de motivación y estímulo a la lectura, y trabaja como editora, comunicadora, consultora de comunicación, educación superior en artes y políticas sociales. Desarrolla una amplia agenda como asesora, curadora y promotora cultural.
¿Cómo le afectó el cierre de escenarios y espacios de acción cultural una vez que entró en vigencia la emergencia sanitaria por la pandemia del COVID-19?
La pandemia ha develado con mucha fuerza la desigualdad descomunal que sufre el mundo y especialmente nuestra región y nuestro país. Los pocos espacios de interacción cultural del país y de Quito, especialmente, los dedicados a la literatura y a la poesía se cerraron y esto implicó no solo cambios de agendas y postergación de proyectos, sino también, afectación de ingresos. En mi caso se cancelaron dos lecturas de poesía en Quito pagadas, un viaje de trabajo para dictar dos talleres de escritura creativa por invitación del Festival Internacional de Poesía de Medellín, así como la cancelación de un taller de lectura y dos recitales previstos para Galápagos por invitación de una red de actores culturales de San Cristóbal; adicionalmente, suspendí y se postergó un viaje a Monterrey para realizar varias lecturas de poesía con horarios, y un viaje más previsto desde hace un año para el Festival Internacional de Poesía de Pereira, Colombia. Todo esto a nivel de mi agenda de los 6 primeros meses del año. En cuanto a proyectos de la editorial que llevo adelante Ediciones de la Línea Imaginaria, tuvimos que volver virtual un Coloquio Internacional que tiene como centro la difusión de la poesía del gran escritor César Dávila Andrade y el que se sumen voces poéticas de distintos matices, lugares y generaciones.

¿Cómo surge la idea de desarrollar propuestas  que pueden presentarse a través de la conexión por internet?
Un banner electrónico anunció el segundo
Coloquio Daviliano. “El Fakir Confinado”.
Abrazados por la poesía de Cesar Dávila
Andrade, que se desarrolló
 el 29 y 30 de julio de 2020.
En 2018 nosotros hicimos ya el primer libro del Coloquio Daviliano en formato electrónico, pero también lo hicimos impreso, con el objetivo de llegar a un diverso y más amplio circuito de lectores y de canales de lectores. Los dos soportes tanto el impreso como el electrónico nos permitieron encontrar nuevos y diversos tipos de lectores. Este 2020 la pandemia nos obligó a plantear la realización de un segundo libro, únicamente en formato electrónico, estamos justamente ahora diseñando el ebook y esperamos que circule en la plataforma de la revista electrónica VallejoandCompany. Pero el evento Coloquio Daviliano ha tenido que plantearse estrictamente en tierras virtuales. Este 29 y 30 de julio tendremos dos lecturas virtuales de poesía y ensayo, no solo con reflexiones en torno a la vida y obra de Dávila Andrade, sino también debates y reflexiones en torno a estos tiempos duros, oscuros e inéditos que ha provocado la pandemia del Covid-19. Hemos aprovechado al máximo las plataformas como Zoom y desde luego las redes sociales que serán los canales por donde se transmitirán las dos noches de lecturas de poesía. Hemos previsto para cada noche un tiempo de dos horas por noche con las voces de 16 poetas invitados de 7 países donde se habla castellano; hemos limitado la invitación a poetas de otras lenguas porque esto implicaba más recursos como el contar con traductores y más tiempo en la web. Mantener enganchada a la gente en línea es un reto siempre complejo.

¿Qué dificultades presentó el pasar de escenarios físicos a escenarios virtuales?
Creo que la dificultad más importante ha sido el no contar con ningún apoyo financiero por parte de las pocas instituciones culturales que tiene el país, primero por la crisis económica generalizada, segundo porque cuesta el doble de trabajo empujar el carro de la cultura y las artes en tiempos de pandemia, en tiempos “normales” ya era difícil, ahora lo es muchísimo más, y las instituciones están quebradas; y tampoco han entendido que lo virtual también debe pagarse y financiarse. De otro lado, es complejo producir eventos y acciones culturales, así como productos culturales sin recursos, todo ha sido autogestión, colaboraciones artísticas internacionales y mucho entusiasmo, así como mucho compromiso con la poesía. Es lamentable no poder reconocer honorarios a cada uno de los poetas participantes que además, de leer y debatir de modo virtual, han escrito ensayos y poemas para el libro digital, es decir, hay todo un trabajo que no es posible pagar por las condiciones extraordinarias de este año de pandemia mundial.

¿Cómo fue el estudio de las plataformas digitales más versátiles para el desarrollo de la actividad cultural?
Este Coloquio Daviliano en su segunda edición julio 2020, está organizado por tres actores: Ediciones de la Línea Imaginaria que es el sello editorial independiente que llevamos adelante los poetas Edwin Madrid y Aleyda Quevedo y trabajamos desde Quito; la revista electrónica VallejoandCompany que trabaja desde Lima y Barcelona y tiene como cabeza a su editor y diseñador el escritor Mario Pera; y desde luego, el aporte invalorable y crucial del Noticiero de Poesía que se hace en Monterrey, México y que la llevan adelante los poetas José Eugenio Sánchez y José Antonio Pérez Robleda, ellos son quienes manejan la plataforma web que usaremos para la transmisión de los recitales de poesía y con quienes hemos perfilado todo el concepto gráfico y estético de todo el evento y del libro. Hemos usado una estrategia de colaboraciones artísticas, de sumar talentos y esfuerzos, además, de la suma de recursos propios para lograr un evento de alta calidad que implica no solamente las lecturas de poesía en vivo, sino también un libro electrónico que permanecerá y ampliará, así como fomentará la lectura de poesía y el conocimiento de la obra del escritor César Dávila Andrade en otras latitudes, latitudes tan amplias como lo permita la red…

¿Cuáles de estas plataformas usted aplica para sus acciones: webinar por Zoom, Facebook live, conciertos en línea, recitales, transmisiones en vivo por Instagram,  otras?
La transmisión por Zoom hacia el canal de YouTube del Noticiero de Poesía, y luego aparecer en las páginas de Facebook Live de los 16 poetas que participan en los recitales. El libro electrónico estará disponible a partir del 7 de agosto 2020 en la página web de la revista VallejoandCompany de modo gratuito y libre.

¿Qué implica crear una obra o propuesta para presentarse en un escenario virtual?
Adaptarse a los retos que impone la virtualidad, lo esencial es ajustar bien los tiempos, dinamizar el guión, las presentaciones o apariciones de los poetas también exigen otra dinámica, lo cual es un reto mayor porque cada uno está en su casa en su espacio, es decir, el tema escénico es uno de los más complejos de manejar, pero el reto es justamente que la palabra y su resonancia arda por encima de esa fría, distante y gélida virtualidad. En cuanto al ebook, como comenté antes, desde 2018 nosotros comenzamos a trabajar en formato de libros electrónicos y hemos ido desarrollando diseños de libros muy amigables, ágiles y con ilustraciones que no causan ruido a la poesía o al ensayo literario que son los que nos interesan poner en la web.

¿Cómo es el acercamiento al público y la respuesta de ellos?
Para las dos noches de las lecturas de poesía/recitales en vivo hemos abierto un chat para la interacción entre el público y los poetas. Esperamos contar con miles de personas conectadas a las diversas páginas de FB, YouTube e Instagram, que serán las redes que usaremos. Previamente, exactamente desde hace un mes hemos desarrollado una campaña de comunicación para crear expectativa y lo hemos hecho vía redes sociales con baner y promos.

¿Hay que tomar en cuenta el tiempo, la oferta, la situación de las audiencias?
El tiempo es el mayor enemigo en la red, el riesgo es que las audiencias se desenganchen y se desconecten. No hay garantía de que estén conectados las dos horas que durarán los recitales.

¿El arte por plataformas puede ser un acercamiento, pero también un alejamiento?
Las capturas de pantalla son el testimonio de los encuentros
virtuales, de los escenarios cibernéticos en los cuales
se desarrolla la actividad artística y cultural.
Sin lugar a dudas es así como señalas, es un acercamiento y al mismo tiempo un alejamiento; un juego de pantallas que alejan y acercan, la virtualidad es una aventura; en realidad se trata de vencer fronteras, horarios distintos y las limitaciones del distanciamiento social causados por la pandemia. Estas son circunstancias muy especiales para el mundo entero, tiempos duros y crueles, por eso mismo la aventura de leer poesía, la aventura de escribir un libro con muchas manos y voces, así como corazones y espíritus, es lo más valioso. La poesía sana y salva, la poesía nunca deja indiferente a nadie. El placer de escuchar a un poeta de cerca, en vivo y en directo, el gusto de escuchar sus susurros, el verlo mover sus manos y su desplazamiento en un escenario, así como la dicha de conversar con él o ella y pedirle que te firme el libro, eso no tienen precio, y claro, la virtualidad no lo permite, pero quizá sea posible, sembrar en miles de lectores virtuales, el amor por la poesía y de allí derivar a comprar libros por internet o animarse a escribirle al autor o poeta, o establecer comunicación por el correo…también se abren miles de posibilidades para romper las fronteras.

¿Hay una transformación en la creación, digo una obra para un escenario real y a lo mejor la misma para ser vista por una pantalla sin el contexto que eso implica?

En el caso de las artes literarias, creo que una escribe un libro con el mismo rigor y el mismo apasionamiento, sin pensar en el formato, es decir, no interesa si el libro será impreso o si será un ebook. En la literatura lo que cuenta es la calidad y no tanto el formato. Cada día consumimos más libros electrónicos y los devoramos en las pantallas de nuestro teléfono, laptop, tablet o computador de la mesa del escritorio. Cada día nos vamos a la cama con un libro en los brazos que luego de leer por dos o tres horas termina entre nuestras piernas revuelto con las sábanas y cobijas. El ardor creativo es el mismo, más allá del formato y de la virtualidad. Lo que sí cambia creo yo es el modo de leer poesía en vivo, en los recitales de poesía, porque creo que el poeta sí se enfrenta a una barrera al leer de modo virtual; la experiencia de leer en vivo ante un escenario repleto de personas en un parque o en un teatro o en una sala de conciertos, es otro cosa.

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