A Ana Violeta Renshaw
Quintero, una diosa que abre las puertas del horizonte.
Los
textos que a continuación se presentan pueden calificarse de borradores de
garabatos, que desde una lejanía distante intentan relacionarse, sin
conseguirlo, con el mundo poético.
El
origen de estos salpicados borrones nace de la necesidad de fijar en el tiempo
la fugacidad de ciertas vivencias diversas, de registrar alguna que otra
reflexión, de sacudir esos malos espíritus a través de proyecciones idealizadas
con tono intimista, sin mayor trascendencia para el lector.
Son
pequeños hilachos sueltos que entrecruzan algunos nudos de nuestra existencia,
sin mayor pretensión que una simple narración puntual de cortas experiencias
vividas y la búsqueda de otras deseables.
Esos
esbozos de letras son producto de una desnuda inquietud acumulativa que brota a
borbotones desde el interior no para ser compartida inicialmente con el otro,
sino como una necesidad de entablar abiertamente una comunicación de
reencuentro con uno mismo.
Sin
duda, lo único relevante que podemos destacar de esta publicación, que combina elementos
textuales con soportes audiovisuales, es, por un lado, el carácter formativo y
experimental que se materializa en la recitación de cada uno de estos garabatos
en la voz de Dayana Chicaiza Quille, estudiante universitaria de Educación
Básica, a quien agradezco su dedicación y felicito por su buen hacer, además,
de ese texto de su puño y letra que me ha emocionado de forma sustancial,
extraordinaria, y que supone para mí el mayor valor, significado y elogio que pudiera
recibir. Todo lo demás es, sencillamente, secundario, no tiene importancia
alguna.
Por
otro lado, quiero dejar constancia de mi inmensa alegría por el gran lujo de
contar con la colaboración de Susana Álvarez, una literata de altura y una
activista cultural de primera línea.
En
tercer lugar, por ese hermoso regalo trenzado en piedras preciosas
aromatizadas que desprenden bocanadas de sensibilidad y creatividad, junto a
una sublime y divina voz, acompasada por unas notas musicales sencillas de
extrema elegancia, que ha compuesto Ana Violeta Renshaw Quintero para interpretar
“Surcando olas”, que da entrada a estos borrosos “Garabatos poemáticos”.
Asimismo
extendemos nuestra gratitud al gran maestro Paco Godoy, por su composición
musical, “Soy Ecuador”, producida por el Departamento de Producción de la Universidad Católica de
Cuenca (CinePro) e interpretada por cuatro magníficas
voces, como son las de Diego Zamora, Mónica Mendieta, Felipe Albornoz y Nathaly
Palacios, junto a la colaboración de reconocidos maestros instrumentalistas
como Paco Godoy (piano y acordeón), Wilson Pérez (guitarras y bajo), Fredy
Vargas (charango, quenas, rondador) y Javier Sangucho (percusión).
Tan
sólo el valor de esas aportaciones justifica por sí solo esta edición. Gracias,
Gracias, Gracias, Gracias y Gracias.
José Manuel Castellano
Cuenca (Ecuador) abril 2023
Fabuloso José Manuel
ResponderEliminarFelicidades
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