martes, 6 de octubre de 2020

Una España descompuesta: "Fernando Simón no tiene currículo, no da la talla"

Ese título responde a una apretada síntesis de unas recientes declaraciones realizadas por Oriol Mitjà, infectólogo del Hospital de Can Ruti de Badalona (Barcelona-España) y asesor del inhabilitado presidente de la Generalitat, Quim Torra. Este joven médico-investigador, especializado en medicina interna y en enfermedades infecciosas, doctorado desde hace apenas ocho años, cuenta en su haber con una serie de reconocimientos a su labor investigadora.

Unas declaraciones que, muy claras y directas que denotan la realidad profunda de una España que sufre una descomposición histórica, van dirigidas no sólo a Fernando Simón, el hombre estrella o estrellado, que está al frente de la dirección del Centro de Coordinación de Alertas e Emergencia Sanitaria desde marzo de 2020, tras el brote pandémico del Covid-19.

El Dr. Mitjà decía: “No tiene el currículo para hacer esto, no da la talla. No tiene especialidad MIR, no tiene doctorado, no tiene publicaciones relevantes” (sic). Pues bien, no soy nadie para valorar la trayectoria de Fernando Simón Soria, pero si para plantear la existencia de comportamientos viciados y corruptos, no ya en las designaciones de responsabilidades públicas, tanto a nivel estatal, autonómico, local o en esos amigables espacios anexos, sino en el acceso a la demanda laboral pública, con todas sus artimañas, trampas y engaños.

No podría hablar con propiedad y concreción del ámbito nacional, aunque no se me escapan las diversas manifestaciones tanto históricas como actuales sobre una sociedad endogámica bajo el poder bipartidista, que han apuntado desde siempre los pocos pero grandes intelectuales hispanos.

Por el contrario conozco mucho mejor la realidad de ese Archipiélago Atlántico e Ultraperiférico, que vive de la mendicidad europea y que beneficia a las grandes empresas multinacionales y a las familias endógenas, que se reparten todos los espacios entre ellos: desde el ámbito administrativo institucional hasta la composición de la Enseñanza Superior.

Es más que probable que una gran parte de los lectores que se atrevan a leer este articulillo concluya que este texto está lleno de sandeces y que responde a teorías conspiranoicas. Cada cuál es libre de pensar lo que quiera, con o sin fundamentos, allá cada cual con sus intereses y su ética. Pero muestras hay miles. Simplemente por señalar alguna, podemos recordar un suceso metafísico e inexplicable reciente de noviembre de 2019, que señalaba que la hija del presidente de La Gomera y una amiga y su pareja” fueron los únicos que aprobaron SIN FALLO las oposiciones de Enfermería. Pues bien, ese señor Curbelo, vitalicio virrey de la colombina isla de La Gomera, exsocialista, es actualmente uno de los pilares de ese “pacto de las flores podridas” del actual gobierno de Canarias.

En cualquier caso ese asunto no es ni siquiera la punta del iceberg sino una ínfima mota de granizo. Si alguien, algún osado, se atreviera a indagar e investigar los apellidos de los funcionarios del Gobierno, de los Cabildos (sus organismos autónomos) y de los municipios insulares, además, de establecer vínculos parafamiliares creo que podría demostrar la existencia no sólo de una inmensa red de favoritismo sino algo mucho peor, la constatación de un contingente de incapacidades alarmantes. Así va la España y las Canarias de los amiguismos en todas sus facetas, desde la cultura hasta la Administración.

¡Santiago y cierra, España! De aquellas aguas, estos lodos. ¡VIVA HONDURAS!


José Manuel Castellano
Cuenca (Ecuador) octubre 2020

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