domingo, 4 de octubre de 2020

Premios CES-AL 2020

 Brígida San Martín García

¿Qué es son “Los PREMIOS CES-AL”? Digamos en claro y conciso discurso que se denominan así a los reconocimientos que se entregarán a destacados personajes que sobresalen con su trabajo en tres modalidades: “Investigadora”, “Literaria” y “Jóvenes creadores”. Impulsados por la joven Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, la entrega de este premio tiene como finalidad resaltar la contribución científica-académica, la trayectoria profesional en el ámbito literario y potenciar la labor de jóvenes en distintas disciplinas.

Cada año, personajes de la academia, la investigación, la creación literaria y el arte serán reconocidos por sus propuestas vanguardistas. Miembros del Consejo Editorial harán un seguimiento a los autores ecuatorianos y extranjeros que realicen su labor en Ecuador para determinar a los ganadores que levanten el galardón diseñado para resaltar el aporte a la comunidad.

La Editorial Centro de estudios Sociales de América Latina nació en el 2018; su objetivo es contribuir a la difusión de los conocimientos sociales de la Región y del mundo. No se trata de una empresa mercantilista con ánimo de lucro, las publicaciones son de acceso abierto. Desde la filosofía misma se constituye en un espacio que intenta cumplir con una labor de comunicación académica y científica.

Hasta ahora, la Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina cuenta con más de cincuenta publicaciones, si bien esa esa es su acción medular también se empeña en construir espacios académicos y culturales de trascendencia no sólo geográfica sino de trascendencia y posicionamiento científico. Presentación de libros; Desarrollo de recitales literarios; Concursos de fotografías y relatos; Mesas redondas y foros; Llamamientos a procesos de investigación están entre las acciones que a lo largo de sus ya casi dos años los realiza con una visión real, profesional, democrática sin sesgos ideológicos, político-partidistas, religiosos. Un aplauso para el mentalizador y gestor de este organismo el doctor José Manuel Castellano.

Cinco personajes y cuatro estatuillas de la Guacamaya se entregarán esta noche en la primera edición de los premios CES-AL. Cinco ecuatorianos del mundo de la literatura, la investigación y la comunicación. El Jurado, conformado por el Dr. José Manuel Castellano, la Mgs. Yesenia Espinoza Román y D. Erick Jara Matute, decidieron otorgar el Premio CES-AL-2020 a: Wilson Zapata Bustamante, destacado comunicador e investigador ecuatoriano; a la Dra. Ruth Moya, en su modalidad Investigadora; al Dr. Jorge Dávila Vázquez en la modalidad Literaria; y a dos nuevas figuras de las letras ecuatorianas, los pequeños escritores Isabel y Andrés Sequera Villegas, que recibirán el Premio Jóvenes Creadores CES-AL-2020

¿Quiénes son los galardonados?

Un referente del periodismo ecuatoriano, eso es Wilson Zapata Bustamante. Un personaje que con más de cinco décadas de experiencia ha hecho del ejercicio tanto periodístico como de la comunicación social proyectos de conocimiento, sustentos académicos que guían estas formas no tan nuevas de hacer información con el uso de las tecnologías que llegaron con el nuevo milenio. Su obra permite enfrentar a la ciencia en tiempos de comunicación mediada por dispositivos electrónicos.

Wilson Zapata Bustamante

Wilson Zapata Bustamante ha esculpido su nombre en el periodismo ecuatoriano. Un hombre con una formación académica sólida, empezando con su proceso inicial en la Universidad Central del Ecuador, donde obtuvo el título de licenciado en Ciencias de la Información y luego de ella, con formación continua en las Universidades de Navarra y Complutense, en España; el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI) de Santa Cruz de la Sierra, Bolivia; el Instituto Internacional de Periodismo José Martí, de la Habana-Cuba, entre otros. 

Ruth Moya

En una de esas entrevistas que para cualquier entrevistador se constituyen en verdaderas conferencias o espacios de aprendizaje, Ruth Moya decía: “En Ecuador, el debate sobre la interculturalidad surge a la luz de algunos conceptos básicos: los cruces y caminos complejos en relación a las etnicidades, que hacen en la diversidad las relaciones de explotación social, a eso se suma las relaciones de opresión cultural” no se puede obviar ninguno de estos tres elementos para comprender mejor el tema de la interculturalidad. La Doctora Ruth Moya es una verdadera maestra, una mujer de vocación absoluta por la docencia universitaria, una investigadora que cuenta con una amplia producción científica.

Jorge Dávila Vázquez

Siempre lo conocí como lo que es: un gran escritor. He leído biografías que introducen al mundo del literato cuencano, pero no, no tenía idea que haya estudiado mecanografía y contabilidad. No me sorprende la mecanografía porque, de hecho, domina la máquina de escribir, pero me sorprende el trabajo en el banco y el estudio de la contabilidad esa ciencia del haber, el deber y el saldo. Imagino que a tres décadas de terminar el mileno dos, la contabilidad era el futuro profesional en una ciudad conventual, bucólica de comercio creciente e industria naciente.

Sí, me resulta increíble porque las primeras publicadas en los años70 hablo de: “Nueva canción de Eurídice y Orfeo”, el primer poemario; y, su primera novela “María Joaquina en la vida y en la muerte”, esa obra que transforman el espíritu, el espacio, el tiempo. María Joaquina, bella, barroca, reina, princesa.

Jorge es un escritor, es un narrador y poeta, porque “solo la poesía puede crecer como un árbol en el cielo”.

Isabel y Andrés Sequera Villegas

Los primeros pasos llevaron a los primeros trazos. Una hoja de papel como soporte, como cómplice de un universo creativo infantil. Trazar y leer allí está la fuerza de los sentidos que de a poco se trasformaron en hábitos de vida; así es el inicio en el sendero de la escritura de los hermanos Sequero Villegas. Isabel y Andrés son dos chiquillos nacidos en el nuevo milenio que desde ya le apuestan a la creación literaria como medio de vida, de crecimiento, de fe en la humanidad. Los colores perdidos y otros relatos, su primer libro de cuentos, enseña la cromática encontrada por dos inteligencias frescas, emergentes, puras, creativas.

Estatuilla de la Guacamaya

La Editorial Centro de Estudios Sociales de América Latina, tomó la forma, colores y significado de la Guacamaya como símbolo para la estatuilla a entregar a los galardonados con los premios CES-AL.

Los cañaris son los antiguos pobladores de las provincias de Azuay y Cañar. Dos leyendas caracterizan su origen, una de ellas: Las guacamayas que se remonta a la época del gran diluvio, cuando la ira de Dios transformada en agua se tomó la tierra. En esta América, el gran diluvio no llegó a la cima del cerro Huacayñan, dos hermanos cañaris treparon hasta allá y moraron en una cueva.

Cuando la lluvia pasó, los hermanos salían a cazar y buscar alimentos, lo raro fue cuando al regreso encontraban una mesa con alimentos. Para saber de dónde provenían las raciones, un día, el mayor se escondió en la cueva y esperó, entonces vio llegar dos guacamayas con rostro de mujer que traían provisiones. Esa vez, el hermano mayor se abalanzó sobre ellas, pero huyeron; la segunda vez el hermano menos logró atraparlas, se dice que cada hermano se casó con una guacamaya, de esos matrimonios salieron tres hombres y tres mujeres y entonces poblaron esta nuestra región.

Las guacamayas son aves preciosas: plumaje multicolor, están como vestidas de plumaje rojo escarlata, matizado son tonos verdes, azules, amarillos; además son inteligentes, se dice que son mansas y se adaptan con facilidad a los entornos.

Las estatuillas que se entregarán esta noche, son esculturas trabajadas en metal, obra de Segundo Gallegos, herrero, periodista, un hombre multifacético, un artista que ha dado forma y hasta vida a la mítica ave símbolo de nuestra cultura.

Trabajadas en técnica de enchapado, Segundo determinó la proporción, tamaño y densidad de la obra. Sutilmente trabaja la cromática hasta dejarla así perfecta, bella, brillante, con un alma que está por salir a volar los cielos australes ecuatorianos.

Segundo viene de una dinastía de herreros, de maestros que han escrito la historia del barrio de las Herrerías y de Cuenca. Él sabe manejar el yunque, el martillo, el rojo vivo. El aroma del metal que se diluye con el fuego está impregnado en su piel. Desde los seis años, su cuerpo roza con el metal, allí era fiel testigo del golpe duro sobre el metal que llegaba del brazo de su padre, de su abuelo.

Forjador, sí forjador de sueños y de forja artística. Segundo ha dado forma a las guacamayas, así como da forma a las cruces para las cumbas de las casas, a las lámparas, candados a todo eso que le forma la estética de nuestra arquitectura.

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