Mañana me voy a morir,
hoy no, aún
es temprano,
será
mañana, sin duda,
libre de recuerdos.
Lo sé muy
bien,
he muerto
tantas veces,
como
tantas he vuelto,
será
mañana, seguro, otra vez más.
No haré
la maleta,
nada me
llevo,
nada me
pesa,
voy ligero.
Solo destellos
de alegrías,
regalo de
almas sinceras.
Lo demás
es olvido,
nada me duele.
Mañana volveré
a renacer,
seguiré
mi sendero, firme y decidido,
esquivando
sombras podridas,
buscando la
luz en la buena gente
y
abrazando a los que quiero.
Seguiré soñando,
siempre soñando,
cantando
a la vida, con voz fuerte y clara,
caminando
hacia la libertad con paso valiente
desafiando
a la deshumanizada loza opresora.
Vivo para
morir en paz,
sin cargar
traiciones, ni engaños.
Muero para
vivir feliz,
ofreciendo
mi mano amiga.
Mañana muero,
mañana vuelvo
a nacer.
Sólo un corazón valiente, que no teme los desafíos de la vida, que es honesto y fiel a sí mismo. Que reparte bondad en su camino venciendo traiciones y egoísmos. Sólo un corazón semejante abraza la vida y la muerte con la misma gratitud y entrega infinita.
ResponderEliminarMagnífico TÚ y hermoso poema.